REFLEXIONES SOBRE


EL NEOLIBERALISMO EN CHILE.
ESTALLIDO SOCIAL Y PROCESO CONSTITUYENTE EN CHILE
TAMBIÉN SE INCLUYE
REFERENCIAS A PUBLICACIONES SOBRE MOVIMIENTOS SOCIALES Y ECONOMÍA POLÍTICA .
INFORMACIÓN SOBRE TRABAJO DE GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN EN INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES SOCIALES
Y
VIDEOTECA SOCIAL (muestra de películas emblemáticas de denuncia social, en los diferentes géneros expresados en la historia del cine)

miércoles, 23 de septiembre de 2020

PROCESO CONSTITUYENTE. CRONOLOGÍA Y REFLEXIONES (SEPTIEMBRE 2020)


CARACTERIZACIÓN DEL ESCENARIO POLÍTICO (2)

Alberto Bastías Correa

16 de septiembre 2020

En Chile hoy están dadas las condiciones para que la izquierda progresista acceda al control hegemónico de los principales eslabones de la estructura de poder y, en el marco de una nueva Constitución, provoque las transformaciones que cambien el modelo neoliberal de desarrollo por otro que asigne un rol protagónico al Estado.

Para lograr aquello se deben cumplir algunas condiciones, a cuyo logro Casa Quintil puede contribuir, la primera es que se genere un gran Movimiento Popular estructurado en torno a los movimientos, sectores, grupos o simplemente personas que participaron en el estallido social del 18.O; y los partidos y organizaciones políticas que se comprometan "a concho" con las transformaciones que harán posible el cambio del modelo de desarrollo. Y de esa conjunción salgan las vanguardias políticas que lideren el proceso.

Al interior de ese gran bloque mayoritario de poder, que seguramente va a rebasar la izquierda progresista, no puede sino generarse una ardua disputa por la hegemonía, cuyos límites deberán estar dados sólo por el efecto trizadura o ruptura del bloque; en esa disputa de hegemonía Casa Quintil debiera posicionarse junto a los sectores identificados con la izquierda progresista.

En el plano estratégico este bloque de poder que identifico como Movimiento Popular debe perfilar un proyecto país fundado en cuatro pilares: la justicia social, la libertad, la democracia y el humanismo.

En el plano táctico político, el acceso al control de los eslabones básicos de la estructura de poder, (en las condiciones actuales), sólo es posible conseguir transitando las estaciones que consulta el calendario institucional  esto es, en el plano del proceso constituyente, plebiscito de entrada, elección de constituyentes, asamblea constitucional y plebiscito de salida; y en el plano político electoral, participación en los procesos electorales que parten con la elección de Alcaldes y Concejales, y concluyen con la elección de  Parlamentarios y Presidente de la República.



 7 de septiembre 2020

 CARACTERIZACIÓN DEL ESCENARIO POLÍTICO (1).



 Lo hemos dicho otras veces, Chile está viviendo hoy un momento políticamente histórico. 
El neoliberalismo sólo puede ser derrotado, cuando el control hegemónico de una parte significativa del Estado sea asumida por un MOVIMIENTO POPULAR, configurado por las fuerzas sociales que provocaron el estallido social, lideradas por una vanguardia política dispuesta a hacer las transformaciones que viabilicen las demandas sociales y las hagan irreversibles en el tiempo.
También no pocas veces hemos repetido que, el requisito para que ello se produzca es que se configure una mayoría social, electoral y política convencida y dispuesta a provocar tales cambios. La principal tarea que deberá abordar el progresismo de izquierda durante los próximos meses será la disputa por la hegemonía. Un primer round de lo que se viene se libró ya hace algunos meses, en la elección de la Mesa de la Cámara de Diputados, pero la hora de la verdad serán los acuerdos que se logren tanto en las elecciones unipersonales de Alcaldes y Gobernadores que se avecinan, como en la capacidad que tenga para configurar un robusto  bloque del apruebo y la convención constitucional, logrando un triunfo formidable.

A los riesgos que se deben superar para que la centro izquierda se configure en una alternativa real de poder me referiré la próxima semana, ahora  focalizaré la atención  en describir los peligros que acechan en la vereda del frente.

Por un lado está la derecha con todas las ventajas que le otorga el control de los poderes reales y fácticos que ostenta, y la desventaja que irradia su difícil manejo cuando se trata de arbitrar disputa de intereses. Su figura se desenvuelve en el escenario político como un monstruo de cuatro cabezas más dispuestas a fagocitarse entre ellas que al enemigo. 

En primer lugar emerge la cabeza del neofacismo, tal vez la mejor configurada, con un candidato a presidente, que si bien no alcanza posiciones de avanzada en las encuestas  se mantiene  siempre "al aguaite" con  un partido que lo afianza, fuertes contactos con militares en retiro pero muy activos en política y una primera línea que ha salido a las calles del barrio alto a reivindicar el rechazo con carteles de Trump y Bolsonaro. Al lado de ella la UDI Popular que ha encontrado su principal aliado en una "derecha social" al interior de Renovación Nacional, que después de estallido, le ha quitado las banderas al debilitado candidato  Manuel José Ossandón,  el típico patrón de fundo y fiel representante de la fronda aristocrática, que, debilitado por la acción del coronavirus, se resiste a ser fagositado por la voracidad de sus aliados; la cuarta cabeza está representada por una inexperta EVOPOLI que en una burda maniobra quizo posicionar al respetable  Presidente del Banco Central a la cabeza de una encuesta presidencial más falsa que Judas, ello después que la Democracia Cristiana desistiera jugar con ellos el rol de "bisagra" y, temiendo quedar aislada, dio una potente señal a la centro izquierda, tomando la iniciativa en el trámite de la acusación al Ministro del Interior. 

Aunque menos peligrosa pero no menos dañina emerge una desafiante ultraizquierda amenazando con posicionarse en el mapa político de la mano de su descolorido Premio Nacional de Historia con barba tipo viejo pascuero y una jovial y chispiante "investigadora" con nombre de calendario, intentando desnaturalizar  el plebiscito tanto desde los instrumento como desde los resutados y llamando a anular la preferencia. Mas difusas en el escenario también se escuchan voces en el debate político y plebiscitario  que no se diferencian  de la matriz identificada con estos sectores, partiendo por su deslavado y añejo anticomunismo, la descalificación del conjunto de los partidos sin proponer otro instrumento para hacer política en un contexto democrático (tal vez influenciado por su legado anarquista), su capacidad para trabajar la ingenuidad de los jóvenes (confusión para intentar explicar que es lo que se cambia cuando se cambia la constitución), y finalmente, la dificultad para trabajar la política de largo plazo así como de compatibilizar y/o distinguir los tiempos políticos de la emoción con los de la razón. 
 
(Continúa la próxima semana)