REFLEXIONES SOBRE


EL NEOLIBERALISMO EN CHILE.
ESTALLIDO SOCIAL Y PROCESO CONSTITUYENTE EN CHILE
TAMBIÉN SE INCLUYE
REFERENCIAS A PUBLICACIONES SOBRE MOVIMIENTOS SOCIALES Y ECONOMÍA POLÍTICA .
INFORMACIÓN SOBRE TRABAJO DE GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN EN INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES SOCIALES
Y
VIDEOTECA SOCIAL (muestra de películas emblemáticas de denuncia social, en los diferentes géneros expresados en la historia del cine)

viernes, 31 de mayo de 2013

11.- LA MOVILIZACIÓN ESTUDIANTIL EN CHILE DEL AÑO 2011.-


La movilización estudiantil del año 2011 corresponde a una serie de manifestaciones realizadas en todo el país por estudiantes universitarios y de secundaria en Chile  demandando un conjunto de reivindicaciones  estructuradas en torno a la consigna educación gratuita. Han sido consideradas como las movilizaciones más importantes desde el retorno a la democracia, logrando convocar al mayor número de personas y son las se prolongan por más tiempo en la historia del país.
La cronología de paros, marchas, manifestaciones ciudadanas, tomas de establecimientos escolares, dependencias de organismos públicos o sedes de partidos políticos, manifestaciones y enfrentamientos callejeros con fuerzas del orden se inician el mes de mayo y se prolongan durante todo el resto del año. Sólo las marchas en los momentos pics de la movilización logran convocar varios cientos de miles de personas en Santiago, sobrepasando el millón si se consideran los movilizados simultáneamente en provincias.
La movilización es convocada por los estudiantes de la CONFECH (organismo que agrupa a los centros de alumnos de las universidades que reciben financiamiento del Estado) involucrándose rápidamente las comunidades universitarias a la cabeza de sus directivos académicos y líderes gremiales. Se incorporan e involucran con diversos grado de adhesión seguidamente algunos Centros de Alumnos de universidades privadas, el Colegio de Profesores, los Centros de alumnos de de las escuelas de enseñanza secundaria más emblemáticas de todo el país y federaciones de segundo grado que los agrupan con criterios geográficos o identidades ideológicas, algunos Centros de Padres y organizaciones de apoderados.
Ante la envergadura que alcanza el movimiento se involucran en el debate en torno al tema educativo intelectuales y organismos de generación de opinión de todo tipo. En el transcurso del tiempo, el conflicto educacional se cruzó con otros conflictos de carácter locales o sectoriales, ello, y el no otorgamiento de permisos para realizar marchas por el centro de las ciudades  generó coyunturas propicias para que A. Martínez presidente de la CUT convocara a un paro nacional y Camila Vallejo (la líder más emblemática del movimiento) convocara a un “caceroleo” motivando con ello al conjunto de la sociedad a involucrarse en el  conflicto, y a sus partidarios a expresar activamente su simpatía y adhesión habida cuenta que encuestas cifraban en un 80% las personas que estaban de acuerdo con las demandas y apoyaban los medios para hacerlas valer.
Las demandas relacionadas con el logro de educación superior gratuita, el derecho a la educación, la defensa de la educación pública y la igualdad de oportunidades son incompatibles con la incorporación del servicio educativo al modelo neoliberal de desarrollo. Ello explica porqué un Gobierno que lleva el neoliberalismo en su ADN estaba inhabilitado para dar respuestas satisfactorias a los sectores movilizados. Como tampoco puede permanecer inmóvil optado sólo por su agotamiento espontáneo, envía un paquete de proyectos de ley orientados a resolver parcialmente algunas de las demandas levantadas como la rebaja del interés bancario abusivo de los créditos vigentes, otras medidas orientadas a mitigar el sobre endeudamiento que hacía “impagables” los prestamos percibidos y una superintendencia que supervise en el futuro la obtención de lucro y ganancias de  manera ilegal con la venta del servicio educativo.
En el caso de los estudiantes secundarios se repetían las demandas de la movilización del 2006, (desmunicipalización y educación pública  gratis y de calidad), las que nuevamente no son escuchadas. Para ellos sólo se ofreció después de varios meses de paro la incorporación a programas de recuperación puestos en marcha en lugares alternativos para los alumnos de los establecimientos tomados que deseaban “descolgarse”. En un acto de generosidad que los enaltece un grupo no menor de estudiantes movilizados rechazan todas las alternativas ofrecidas por las autoridades de Gobierno para “salvar el año”, optando por el sacrificio en favor de las generaciones que vienen.
Una movilización de la extensión y dimensiones de la ocurrida el año 2011 en Chile no deja indiferente a nadie. Los efectos más importantes se manifiestan en la dimensión política del fenómeno. Efectos que cobran mayor significación por  el hecho que el proceso se produce en un contexto de descrédito y crisis  de representatividad de las autoridades y la institucionalidad política. Entre ellos corresponde destacar la puesta en jaque de la hegemonía ideológica del neoliberalismo y la incorporación al debate de la necesidad de urgentes  transformaciones sociales, políticas y económicas que rebasan la lógica de funcionamiento del modelo.
Entre las transformaciones que el movimiento logra incorporar al debate nacional destaca en primer lugar una reforma educacional de verdad que garantice el derecho a una educación superior gratis y de calidad al conjunto de la población que la demande. Para la obtención de los recursos que garanticen aquello, una renacionalización del cobre fundada en un aumento grosero de los royalties y una reforma tributaria que aumente la participación del capital en la estructura tributaria. Y, finalmente para garantizar la viabilidad política de tales transformaciones una reforma constitucional a concho que levante en forma definitiva los enclaves autoritarios aún vigentes.
El debilitamiento de la hegemonía ideológica del neoliberalismo y la incorporación de nuevos temas al debate no son  los únicos cambios asociados a la dimensión política provocados por los movimientos sociales del año 2011 acontecidos en Chile, el más importante lo constituye la voluntad de nuevos contingentes de participar en la construcción del tipo de sociedad a la cual quieren transitar guiados por una gamada de nuevos dirigentes algunos de los cuales, como Camila Vallejo, alcanzan una estatura mundial.