REFLEXIONES SOBRE


EL NEOLIBERALISMO EN CHILE.
ESTALLIDO SOCIAL Y PROCESO CONSTITUYENTE EN CHILE
TAMBIÉN SE INCLUYE
REFERENCIAS A PUBLICACIONES SOBRE MOVIMIENTOS SOCIALES Y ECONOMÍA POLÍTICA .
INFORMACIÓN SOBRE TRABAJO DE GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN EN INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES SOCIALES
Y
VIDEOTECA SOCIAL (muestra de películas emblemáticas de denuncia social, en los diferentes géneros expresados en la historia del cine)

lunes, 21 de febrero de 2022

NUEVO GOBIERNO AD PORTAS. APROXIMACIONES AL ESCENARIO POLÍTICO, LA ESTRUCTURACIÓN SOCIAL. (2)



En algunos días más el primer representante de una coalición de izquierdas en ganar las elecciones presidenciales desde que Salvador Allende lo hiciera en septiembre de 1970, asumirá el control del Gobierno.

Al igual que en aquella oportunidad la coalición que el nuevo presidente lidera, Apruebo Dignidad, controlará sólo una parte Congreso. El signo que identificará al nuevo Gobierno será su opción por las transformaciones, para cuya materialización requerirá conseguir en el Parlamento votos con los cuales la coalición hoy no cuenta.

En la segunda vuelta presidencial G. Boric obtuvo el triunfo porque informalmente se plegaron otros sectores a su campaña. La articulación se formalizó cuando el presidente electo elige las autoridades de primer y segundo nivel que se harán cargo de la conducción del Gobierno. Articulación que tampoco garantizará, en un 100% el apoyo a los proyectos transformadores en el Congreso.

Sin embargo, en el escenario político post estallido social se observa la presencia de dos elementos surgidos como efecto del propio estallido que, en la dinámica política, generan condiciones para que las trasformaciones se abran paso. El proceso constituyente y un pueblo empoderado y en proceso de articulación social.

El proceso constituyente es un fenómeno cuyo análisis rebasa los objetivos de esta editorial, por ahora expondré sólo dos aristas; el debate sobre la constitución tiene una clara orientación antineoliberal, constituyéndose con ello en un poderoso impulso a las transformaciones estructurales propuestas en el programa de gobierno; impulso que será tanto más poderoso cuando los “colectivos” abandonen la lógica de los “gustitos personales” de sus operadores, y adopten una lógica que converse con la articulación natural del bloque Apruebo Dignidad como alianza política; y con ello, seduzcan a los herederos del formidable proyecto político, hoy fracturado, que era la lista del pueblo.

Lograr la articulación social es, por cierto, más complejo que conseguir la articulación política. Sin embargo, para lograr con éxito los objetivos del nuevo Gobierno es necesaria, se diría imprescindible.

Las condiciones para que ello se produzca están a la vista, si sumamos los votos conseguidos por los candidatos de la ex concertación en la primera vuelta, a los que el mismo obtuvo, y lo comparamos con los que consiguió en segunda vuelta, los números no calzan, la explicación de ello hay que buscarla en la emergencia de los conglomerados sociales surgidos en los últimos años en Chile que encontraron en el estallido social el momento oportuno para salir a la superficie.

El triunfo de Kast en primera vuelta encendió la alerta, y franjas del pueblo organizadas en el marco del estallido social como cabildos o asambleas populares, junto a movimientos sociales emergentes como el feminista, ambientalista, indigenista y otros surgidos fuera de los movimientos sociales más consolidados se incorporaron a la campaña de segunda vuelta para dar a G. Boric el espectacular triunfo del cual fuimos testigos.

Lo ocurrido hoy con los retiros previsionales, así como lo ocurrido ayer en el gobierno popular con la reforma constitucional que posibilitó la nacionalización del cobre, avala el hecho que el pueblo empoderado puede doblar la mano a las elites enquistadas aún en las alturas de la estructura de poder.

La estructuración social en el Chile de hoy es una asignatura pendiente. Para abordarla las organizaciones políticas que integran el bloque Apruebo Dignidad deberán poner sus dos pies en el Gobierno, sus dos pies en el Congreso, sus dos pies en el proceso constituyente y, sobre todo, sus dos pies “en la calle”.
 

lunes, 14 de febrero de 2022

NUEVO GOBIERNO AD PORTAS. APROXIMACIONES A LA CARACTERIZACIÓN DEL ESCENARIO POLÍTICO (1).


 Se aproxima la fecha en que las nuevas autoridades deberán hacerse cargo de la conducción del nuevo Gobierno.

 Cuando ello se produzca, desde el primer día, deberán abordar con eficacia y profesionalismo la administración, el manejo y la gestión de las instituciones que forman parte del aparato de Gobierno.

 La obviedad de lo señalado cobra significación política cuando consideramos que en el escenario político del momento en que ello se va a producir, se deben considerar al menos dos fenómenos cuyo abordaje requiere, “un tratamiento de urgencia y con cirugía mayor”, diferente, por cierto, a las recetas adoptadas por el actual Gobierno, (tomadas del recetario sugerido por el neoliberalismo) que ya han demostrado su ineficacia.

 Nos referimos a la pandemia, que hoy transcurre en un momento particularmente complejo, y la seguridad nacional transparentada en un monstruo de cuatro cabezas, el narcotráfico, las migraciones, la delincuencia barrial y la forma que ha adoptado en algunos sectores del pueblo mapuche su conflicto con el Estado.

 Lo anteriormente señalado   no puede hacernos perder de vista que, el factor identitario que diferenciará el nuevo gobierno con sus pares transcurridos en el pasado reciente serán las transformaciones que sea capaz de materializar, las que están debidamente identificadas en el programa de Gobierno.

 El compromiso con el cumplimiento del programa es, por cierto, el factor que legitima a las autoridades de primer y segundo nivel recientemente nominadas, como se ha señalado desde el momento que el nombre de ellas fue dado a conocer.

 Mientras el manejo eficiente de las tareas relacionadas con la administración y gestión se hará sentir de inmediato en la vida cotidiana de los ciudadanos, serán las transformaciones, cuyos efectos seguramente se harán sentir en el mediano y largo plazo, las que darán forma al legado que todo gobierno quiere dejar y, en lo inmediato, transparentar que algo nuevo está por nacer.

 Las reformas a los sistemas previsional, policial y laboral, (por nombrar sólo tres), no admiten más demoras y; las tramitaciones de que ya han sido objeto, tampoco soportan nuevos aplazamientos. Lo mismo corresponde decir, por cierto, en lo referente a una reforma tributaria que proveerá los recursos fiscales para la implementación de los cambios que  los requieran.

 Al respecto, y a manera de gestos, (que todo nuevo gobierno requiere hacer para perfilarse frente a la ciudadanía), desde el ejecutivo se podría solicitar la disminución de los tiempos de tramitación a los proyectos actualmente en trámite en el Congreso que dicen relación con los temas mencionados, como la jornada laboral de 40 horas, el aumento del salario mínimo, el impuesto a los super ricos y la revalorización del royalty minero. Temas que, como se sabe, cuentan con una manifiesta aprobación ciudadana y su rechazo provocaría tensiones en un Congreso cuya disponibilidad para aprobar cambios de mayor envergadura está por verse.

 

sábado, 5 de febrero de 2022

CONVENCIÓN CONSTITUYENTE. ESTRATEGIA DEL CONTINUISMO: “GATOPARDISMO” O RECHAZO. BITÁCORA FEBRERO 2022

 

CASA QUINTIL

EDITORIAL

5 de febrero 2022

 

CONVENCIÓN CONSTITUYENTE. ESTRATEGIA DEL CONTINUISMO: “GATOPARDISMO” O RECHAZO.

 

En el plebiscito de entrada, el continuismo, como era de esperarse levantó la bandera del rechazo, la misma que con toda seguridad levantará en el plebiscito ratificatorio. Con algunos matices, sus partidarios, que se postularon a la elección de convencionales, en campaña levantaron la misma bandera, el resultado arrojó un triunfo por paliza de los partidarios del apruebo, (80 -20).

 

Instalada la convención, la dispersión por motivos ideológicos, instrumentales, corporativos, pertenencia a parroquias partidarias, o identidades fundadas en diversas consideraciones, como, pertenencia a pueblos originarios, movimientos feministas o ambientalistas, incluyendo los independientes antisistema; dificultaron la articulación de los partidarios del apruebo en un bloque que les permitiera  conseguir los dos tercios que requieren la normas para ser incorporadas al texto que finalmente se plebiscitará.

 

Organizados en “colectivos” los convencionales (continuistas incluidos) se incorporaron a las primeras tareas programadas, elección de presidencia, vicepresidencias, y elaboración del reglamento. Los directivos que lideraron esta primera parte del proceso, vieron en esta disposición del continuismo de incorporarse “al baile”, una “garantía que otorgaba legitimidad” a la obra en construcción, y para afianzar su apuesta, sobrevaloraron la participación en los espacios de dirección a los partidarios del rechazo, en desmedro de partidarios del apruebo, tensionando incluso la campaña presidencial del bloque apruebo dignidad.

 

Las condiciones creadas, abrieron la posibilidad para que los continuistas formando parte del proceso constitucional levantaran una segunda estrategia (alternativa y complementaria aunque parezca paradójico), que a falta de un mejor nombre la he llamado “gatopardismo” aludiendo a la alegoría política concebida por el Príncipe de Salina en Sicilia, durante la revolución unificadora, y expresada en la famosa frase “todo debe cambiar para que todo siga como hasta ahora”, o sea,  incorporarse al proceso constituyente elaborando normas “espejo” de la vieja constitución en la nueva en proceso de elaboración; y, en el evento “no  conseguir el propósito amenazamos con el fantasma del rechazo”.   

 

Esta estrategia se ha transparentado con mayor nitidez, cuando el proceso constituyente entra en una segunda fase conducida por nuevos liderazgos y focalizada en la redacción de normas.

 

Es así como hemos sido testigos de las demoledoras campañas publicitarias de que han sido objeto algunas propuestas que han surgido en las iniciativas populares de norma relacionadas a temas como, derechos de agua, gestión y propiedad de las riquezas naturales constituidas en fuentes de riqueza, nacionalización de las grandes empresas mineras, elección de autoridades del poder judicial, derechos de la ciudadanía a la libertad de información, entre otras.

 

Campaña que, en su discurso, no se ha reparado en el hecho que se trata sólo de iniciativas, las que, para transformarse en normas deben seguir un largo proceso de tramitación. Campaña a la que han concurrido una nutrida gama de conspicuas personalidades y representantes de, o vinculados a, las instituciones que configuran el andamiaje de los poderes fácticos e institucionalizados. Campaña a la que se han sumado incluso organismos internacionales como la siniestra Comisión de Venecia, cuyos actuales representantes chilenos acusan presencia en un pasado reciente en la elite del poder judicial y el tribunal constitucional.

 

  

sábado, 29 de enero de 2022

INSTALACIÓN DEL NUEVO GOBIERNO, REARTICULACIÓN DE LOS BLOQUES Y MAPEO DEL PODER.

La agenda política en la semana que termina estuvo determinada por el proceso de instalación del nuevo Gobierno. Conocidos los resultados de la primera vuelta presidencial, y la configuración del parlamento, se produjo la necesaria rearticulación de los partidos y grupos que forman parte del sistema político, en torno a los candidatos que disputarían la segunda vuelta presidencial. Esta rearticulación de alianzas se hizo de manera espontánea e informal, cuestión que se trasparentó de mejor forma en la alternativa que ganó la segunda vuelta.

Exigencias de gobernabilidad demandan hoy su formalización, cuestión que se materializará en el nombramiento de las autoridades de primera y segunda línea del nuevo gobierno, y en ese rol, el liderazgo del presidente electo será determinante.

Con la nominación del gabinete ministerial (24 autoridades) se arribó sin demasiadas complicaciones a la primera estación del proceso. El arribo a la segunda estación expresada en la nominación de los 40 subsecretario(a)s ha tenido mayores complicaciones, aun así, a la reunión de camaradería que asistieron las autoridades nominadas, con los presidentes de sus respectivos partidos, realizada el pasado día viernes, asistieron también como invitado(a)s personas que según lo expresó la vocera en un punto de prensa ese mismo día, serían los subsecretarios y subsecretarias que trabajarán junto a los ministros que conforman el comité político.

El anuncio de las restantes autoridades quedó aplazado para el próximo martes.

La tarea en esta nueva etapa se complicó, como se esperaba. Se trata de rearticular dos bloques articulados en principio para enfrentar una elección presidencial. Los resultados por todos conocidos los obliga a rearticularse hoy para garantizar la gobernanza del que salió vencedor (fenómeno inédito en la reciente historia política de Chile). Pero, por sobre todo, garantizar compromiso y eficacia en el cumplimiento de las tareas no sólo de gestión y administración, sino preferentemente  de transformación.

Esta rearticulación, administrada por el propio presidente electo, ha estado cruzada, como era de esperarse también, por tensiones derivadas de sospechas y temores. Sospechas y temores de maximalismo de una de las partes, pero especialmente de gradualidad en materia de transformaciones de parte de los vencedores.

Tampoco aparece hasta ahora un nombre que satisfaga a todos para identificar “la criatura” que está por nacer, y otorgue identidad a la nueva alianza política en proceso de articulación. En Europa se refieren a ella como la “nueva izquierda”, asociándola a fenómenos ocurridos recientemente en países nórdicos, así como en la península ibérica, que tampoco cuadran completamente con lo que ocurre hoy en Chile.

El relato que nutre y da vida a esta alianza en proceso de articulación, está expresado en el programa de gobierno, y el compromiso a cumplirlo, se configura en el test de blancura de los elegidos para asumir las tareas allí contenidas; compromiso que, para su cumplimiento, en algunos casos, como también era de esperarse, se ha puesto en duda; al confrontarlo con la trayectoria política reciente de algunos de los nominados.

Se trata, por último, de un compromiso que, para su cumplimiento, en teoría, se dispone de un horizonte de cuatro años, los que estarán matizados, seguramente, con las complejidades e imponderables a los que todo gobierno está condenado a sufrir y, por cierto, con “los incendios”, como los que en materia de seguridad ciudadana aquejan hoy a la nación y su contención es prioridad. 

domingo, 23 de enero de 2022

EL GABINETE DEL NUEVO GOBIERNO, REFLEXIONES PRELIMINARES.


El gobierno que asume el próximo 11 de marzo deberá abordar desde el primer minuto tres transformaciones ineludibles: la instalación de un sistema previsional de reparto en reemplazo del agónico sistema de capitalización, el cierre del ciclo de transición hacia un sistema educacional basado en la gratuidad, incluyendo el pago de la deuda CAE, (ciclo que se abre justamente cuando sus principales figuras surgen a la vida política como dirigentes estudiantiles).

 En tercer lugar deberá saldar la deuda pendiente durante los treinta últimos años con los trabajadores, expresada en las demandas contenidas en el proyecto de reforma laboral tramitada en el Gobierno de Bachelet 2; boicoteada primero por los congresistas demócrata cristianos liderados por Andrés Zaldívar, y muerta finalmente en el tribunal constitucional, demandas a las que habría que agregar hoy las 40 horas, el aumento del salario mínimo y la participación de los trabajadores en los directorios de las empresas públicas.

En el resto de las reparticiones sectoriales así como en otros dos sectores sociales, una administración eficiente bastará para aprobar. En salud, por ejemplo, para abordar el manejo de la pandemia así como en la solución al tema de las listas de espera, lo que se requieren más bien son recursos, y mayor protagonismo del Estado por cierto. Al igual que en la anhelada solución del déficit habitacional, principal causa de aumento de los campamentos y el hacinamiento en los sectores vulnerables.

Antes del diseño e implementación de una estrategia que complemente transformaciones y administración, las autoridades que se hacen cargo del nuevo gobierno, en especial el “círculo de hierro” al que concurren los ministros del área política, deberán ponerse el casco y vestirse con traje de bombero para apagar el incendio que se llama “seguridad nacional” y cobra presencia hoy en cuatro focos actualmente operativos: la delincuencia, el narcotráfico, las migraciones y la radicalización del conflicto en el Wallmapu.

Las autoridades nominadas el pasado 21 de enero, con el poder que les otorga la investidura que adquieren el próximo 11 de marzo y los recursos que el flamante ministro de hacienda logre tramitar en un congreso con mayorías difíciles de alcanzar, deberán recurrir, con imaginación y audacia, a toda la experiencia política que poseen y las capacidades técnicas transparentadas en sus currículum para enfrentar con éxito los desafíos que se les vienen, expresados en el programa de gobierno que todos ellos se han comprometido a  honrar.   

Por nuestra parte nos atrevemos a señalar que, por la magnitud y significación de las tareas que se deben abordar, su éxito en una medida importante dependerá de la presencia de un pueblo alerta, vigilante, empoderado e incorporado al escenario político como actor y protagonista. 

lunes, 17 de enero de 2022

ESCENARIO POLÍTICO DE LA TRANSICIÓN Y CAMBIO DE PARADIGMA


Desde el 18 de diciembre hasta el 11 de marzo la dinámica política en Chile transcurre en la lógica de una de una transición aletargada e innecesariamente extensa.

Estos largos tres meses están siendo utilizados por el gobierno para amarrar los últimos nombramientos de larga data que por ética y decencia no debió hacerlo, y la materialización de dos medidas de política pública, que se constituirán en “cuñas” que el nuevo gobierno deberá sortear para implementar las transformaciones consideradas en áreas estratégicas de su programa. Nos referimos a la pensión básica garantizada y la licitación del litio, en un caso por no considerar el financiamiento requerido para su materialización, y en el otro, por ir en dirección contraria a la propuesta del nuevo gobierno para la explotación del mineral.

Ambos temas han rebotado en el parlamento los que, junto al proyecto de indulto a los presos políticos del estallido, mantiene ocupados a los honorables miembros de una institución que también será objeto de mutación el próximo mes de marzo.

Lo más interesante ha ocurrido en la llamada “moneda chica”, no por lo que que allí está sucediendo, o sea, la instalación del nuevo gobierno, (fenómeno que se desenvuelve con un hermetismo que la prensa no ha logrado romper); sino por las expresiones cargadas de emoción y sentimiento que se han visto tanto por los que permanecen fuera del edificio, como por los que logran entrar y son recibidos por el presidente y su círculo más cercano formando parte del equipo a cargo de la trascendental tarea que realizan. Nos atrevemos a decir por ello que, si esta práctica se traduce en costumbre, las autoridades que formarán parte del nuevo gobierno, habrán asumido un compromiso de tremenda significación política no expresado en su programa, cual es, romper el cerco que separa a los gobernantes, identificados como “elites”, de aquellos a los cuales deben representar, o sea el pueblo.

La tremenda significación política del fenómeno que comentamos, tiene lugar en forma paralela al llamado de la convención constituyente a personas individuales o agrupadas en colectivos, cabildos, asambleas, instituciones u organizaciones sociales a participar en la redacción de la nueva constitución, presentando iniciativas populares de normas para ser debatidas al interior de la convención que redacta la nueva constitución. La cantidad y calidad de las respuestas   hasta ahora recibidas, además de las que aún están en proceso de recolectar las firmas para cumplir el trámite y ser presentadas, confirma y ratifica el fenómeno que estamos describiendo.

Es, por cierto, lo que corresponde hacer para sembrar los gérmenes de un nuevo paradigma en el ejercicio de la política, que ponga fin a la crisis de representación y abra las compuertas a la participación, o sea, los políticos relacionándose con el pueblo y el pueblo relacionándose con la política.

Fenómeno que, por cierto, contrasta con otro hecho anecdótico que pudimos observar la presente semana, cuando una conspicua representante de las desacreditadas elites que nos han gobernado durante los últimos años, posicionada en la cima de uno de los eslabones más importante del sistema poder, con una sonrisa burlona, notifica al país que “tomará palco” cuando se discuta en el congreso, el levantamiento del  mencionado obstáculo puesto por los “monjes del neoliberalismo”, para impedir que el nuevo gobierno recupere para Chile la apropiación de la renta generada mediante la explotación del litio, que emerge hoy como una de las mayores fuentes de riqueza que el país posee.

“Fuera de contexto”, como replicó una de sus pares, lo que la obligó a autocorregirse ella misma, como posteriormente ocurrió.  

viernes, 7 de enero de 2022

LA ELECCIÓN DE LA MESA DE LA CONSTITUYENTE O LA ARREMETIDA CON VENTAJA DEL OCTUBRISMO

“Para mí, ambas fechas son importantes, pero metafóricamente hablando, son nuestra encrucijada como país”, dice José Joaquín Brunner, el creador de esta alegoría interpretativa de la realidad política que vive Chile, a partir de los símbolos que representan los dos días más icónicos de nuestra historia reciente, el 18 de Octubre y el 15 de Noviembre.

Lo ocurrido hace seis meses cuando se elige la primera mesa fue por cierto la expresión casi prístina del noviembrismo, con la hegemonía del frente amplio en alianza con el colectivo socialista logran seducir a algunos constituyentes representativos de los pueblos originarios, los que, con la incorporación de otros independientes elegidos como tales y, los menos, acogidos en los debilitados partidos de la centro izquierda, consiguen sumar rápidamente una  mayoría que los habilita para hacerse cargo de la dirección de la convención.

El objetivo de los estrategas de esta esta movida se transparentó cuando en la elección de las vicepresidencias (mesa ampliada) dieron los patrocinios que la derecha requería para sobrevalorar su representación ganada a partir de los constituyentes elegidos; y subvalorar la representación de la izquierda dura representada en la lista del pueblo, junto a otros conglomerados territoriales y Chile Digno, partido comunista incluido.

El objetivo de esta estrategia estaba claro, aislar a la izquierda dura y trabajar los ansiados dos tercios que requieren las normas para aprobarse, a partir de un deslavado centro mirando a la derecha, con todo lo que ello significa.

En la presente semana la movida se intentó replicar en 8 elecciones a lo largo de más de 12 horas, sin que cuajara y llegara a buen puerto, finalmente se impuso la elección de una mesa central, acompañada de una mesa ampliada, comprometida con el diálogo y la búsqueda de los acuerdos sin perder de vista las demandas levantadas por el pueblo en la gesta de octubre. Con una base de apoyo articulada a partir de los conglomerados independientes, los escaños reservados y partisanos vinculados a los partidos de Chile Digno que provocaron y se comprometieron a concho con el estallido, y con ello, levantaron las banderas de la justicia social, el feminismo, la defensa del medioambiente y la solución del conflicto de los pueblos originarios con el Estado.