REFLEXIONES SOBRE


EL NEOLIBERALISMO EN CHILE.
ESTALLIDO SOCIAL Y PROCESO CONSTITUYENTE EN CHILE
TAMBIÉN SE INCLUYE
REFERENCIAS A PUBLICACIONES SOBRE MOVIMIENTOS SOCIALES Y ECONOMÍA POLÍTICA .
INFORMACIÓN SOBRE TRABAJO DE GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN EN INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES SOCIALES
Y
VIDEOTECA SOCIAL (muestra de películas emblemáticas de denuncia social, en los diferentes géneros expresados en la historia del cine)

lunes, 10 de junio de 2013

8.- LA NOCHE DE LOS LÁPICES.


 Se conoce como la Noche de los Lápices a una serie de diez de estudiantes de secundaria, ocurridos (6 de ellos) durante la noche del 16 de Septiembre de 1976  y el resto los días posteriores, en la ciudad de la Plata. Este suceso es presentado por los organismos abocados a la defensa de los derechos humanos como el más emblemático de la represión  impuesta por la dictadura militar que gobernó Argentina entre los  años 1976 y 1983.  
Los estudiantes secuestrados permanecieron durante su secuestro sometidos a diversos tipos de torturas y vejámenes en cárceles clandestinas, tres de ellos fueron liberados durante  1979, un cuarto durante 1980, los otros 6 aún continúan desaparecidos: Claudio de Hacha, 17 años (desaparecido), María Clara Ciocchini, 18 años (desaparecida), María Claudia Falcone 16 años (desaparecida), Francisco López Muntaner 16 años, (desaparecido), Daniel A, Rasero, 18 años (desaparecido), Horacio Ungaro 17 años (desaparecido), Emilce Moler, 17 años, (sobreviviente), Gustavo  calotti, 18 años, (sobreviviente), Pablo Díaz, 18 años (sobreviviente),  Patricia Miranda, 17 años (sobreviviente).
La doctrina de la seguridad nacional daba a la dictadura militar el fundamento ideológico para usar los dispositivos civiles (triple A) y militares que le permitieran desarticular la actividad política, reprimir y exterminar a quienes cuestionaban los “fundamentos esenciales de la Nación”. Bajo la palabra “subversivo” se denominaba a todos aquellos considerados enemigos de la Patria, quienes supuestamente alteraban el orden social y contradecían los valores e instituciones de una sociedad estructurada bajo el ideario de las Fuerzas Armadas. El resguardo de un orden sujeto a los principios de la “civilización occidental y cristiana” y del capitalismo constituyó la justificación para la implantación de un régimen basado en el terror. Los militantes políticos y sociales, la mayoría de ellos jóvenes, fueron las principales víctimas de terrorismo de Estado.
En el contexto de la doctrina de seguridad nacional adoptada como principio guía del comportamiento político-militar de la dictadura no resultó extraño que la propia  información oficial justificara el operativo apelando a la condición de líderes que ostentaron los secuestrados  en  las marchas y ocupación de establecimientos escolares  por la restitución de la rebaja del boleto escolar secundario acaecidas durante el mes de septiembre del año 1975 en todo Buenos aires y liderada por los centros de estudiantes de los colegios de La Plata, en los cuales los 10 secuestrados estudiaban y eran dirigentes de sus centros de alumnos. Aunque la movilización logra restituir el mes siguiente el beneficio,   el Gobierno vuelve a suspenderlo el año 1976, los estudiantes habrían sido secuestrados entonces como medida de prevención para evitar la repetición de los sucesos acaecidos el año anterior.
Esta hipótesis es sostenida también por la CONADEP, (Comisión Nacional de Detención de Personas) según la cual los muchachos fueron secuestrados por haber participado en la campaña por el boleto estudiantil. Aunque durante este período organismos de defensa de derechos humanos cifran en alrededor de 340 los adolescentes detenidos desaparecidos en el país, el carácter emblemático del episodio conocido como “la noche de los lápices” toma notoriedad y es rescatado en la memoria histórica como una  alegoría al escenario de “guerra interna” con que se quiso explicar y justificar la acciones de terrorismo de estado llevadas a cabo por la dictadura: todo el poder de fuego y brazo represivo  de un gobierno dictatorial contra un grupo jóvenes desarmados de entre 16 y 18 años secuestrados desde sus casas.
El episodio se constituyó también en una acción orientada a lograr escarmiento y atemorizar a los centros de alumnos, organizaciones de apoderados, o de  docentes que trabajaban en la diversidad de establecimientos escolares que operaban en el país. La escuela, antes espacio atravesado por el activismo político y la movilización, se transformó en un blanco preferido y prioritario de la represión transformando la propia institucionalidad escolar en un dispositivo de ésta. De esta forma las Fuerzas Armadas convirtieron la institucionalidad escolar en un espacio apto para el adoctrinamiento y “disciplinamiento” social, donde se formarían los “nuevos ciudadanos argentinos” portadores de aquellos valores que el régimen tanto pregonaba. Este propósito está explicitado en el documento “Subversión en el ámbito educativo, conozcamos nuestro enemigo” documento publicado en el año 1977 por el Ministerio de Educación junto con el Ministerio de Planeamiento, distribuido e impuesto como lectura obligatoria en todas las instituciones educativas del país
Las declaraciones de uno de los sobrevivientes del episodio, Pablo Díaz,  el año 1985 en el Juicio de las Juntas (contra civiles y militares que desataron el genocidio argentino) y las entrevistas publicadas posteriormente a los sobrevivientes develan una arista del episodio hasta ese año menos explicitada. El discurso aquí  registrado asocia el episodio a un operativo de inteligencia cuyo propósito era descabezar y desarticular las organizaciones políticas más radicalizadas de la época, en especial Los Montoneros con la cual la Unión de Estudiantes Secundarios, (organización respecto de la cual los secuestrados eran dirigentes), tenía fuertes vínculos.  Esta vertiente interpretativa inscribe el episodio conocido como “la noche de los lápices” en la historia argentina como un hecho que rebasa la lucha social  y ubica a sus participantes como protagonistas de una gesta de connotación y estatura política.
Con los grados de libertad que disponen los artistas para recuperar la historia usando como instrumento la creación artística, y destacando alguna de las vertientes explicativas del episodio que aquí se exponen, literatos, músicos,  y cineastas se han inspirado en el episodio aquí descrito para producir importantes obras como el libro escrito por María Seoane y Héctor Ruiz Núñez y el filme dirigido por Héctor Olivera que llevan mismo nombre: “La noche de los lápices”. También el cantautor canario Rogelio Botanz compuso una canción basada en el testimonio de Pablo Díaz  que se titula también  “La Noche de los Lápices”. La banda madrileña  La Hija de Dios incluye en su primer disco la canción Falcone dedicada a María Claudia Falcone y los demás desaparecidos, también la banda italiana Talco incorpora en su disco Combat Circus, la canción «Diari perduti», dedicada a María Claudia Falcone.

sábado, 8 de junio de 2013

9.- “EL HOMBRE DEL TANQUE” Y LA MASACRE DE LA PLAZA DE TIAN AN MEN



El solitario hombre se mantuvo de pie. Mientras los tanques se le aproximaban hacía gestos de rechazo. Los tanques, aunque en menor velocidad,  continúan avanzando intentando sortear el obstáculo humano. El muchacho se interpone repetidamente frente al tanque que iba a la cabeza demostrando tenacidad y resistencia. Los tanques finalmente se detienen, momento que el “rebelde solitario” aprovecha para subirse al que hacía cabeza sosteniendo una conversación con el conductor. El incidente tiene lugar en una calle de acceso a la Plaza de Tian An Men el 5 de Junio de 1989 frente a un hotel donde periodistas, fotógrafos y camarógrafos extranjeros lo registran (el contenido de la conversación sostenida entre el civil y el soldado sobre el tanque es especulación). Al bajarse del vehículo militar la grabación registra cómo el muchacho es separado del tanque por manifestantes mimetizándose en la multitud. 
Las imágenes y el relato de los periodistas que  registran el incidente del "Rebelde Desconocido" fueron profusamente presentadas como un símbolo de lo ocurrido ese 5 de junio de 1989 en la plaza de Tian An Men: jóvenes desarmados, arriesgando su vida, a pecho descubierto y apelando al diálogo, el discurso y la palabra enfrentan al tremendo poder político y militar que representan el poder político y militar de una potencia mundial. Un joven arriesgando la vida para oponerse a un escuadrón militar parecía encajar con la representación de los estudiantes protestando valiente y espontáneamente contra el Estado. La imagen alcanzó resonancia entre los países de occidente como un símbolo de la protesta de los estudiantes del año 89 contra el gobierno para forzar un cambio en la dirección política del país.
Dentro de China, curiosamente también la imagen fue usada por el gobierno como símbolo de lo ocurrido ese día en Pekín y testimonio del cuidado de los soldados del Ejército Popular de Liberación  para proteger los manifestantes: “a pesar de las órdenes de avanzar, el conductor del tanque rechazó hacerlo si eso implicaba dañar a un sólo ciudadano” repetían los medios. Igualmente el "Hombre del Tanque" fue presentado en las informaciones oficiales como un delincuente social, un símbolo de los irresponsables y oportunistas alborotadores que aparecieron durante las protestas de Tian An Men y como un posible agente provocador de los gobiernos occidentales.
La imagen de la famosa foto de un hombre enfrentándose a una fila de tanques, convertida en símbolo de las manifestaciones estudiantiles, sin duda, tiene la fuerza de condensar en un instante la lucha de las palabras contra las armas, del pueblo contra el ejército. Sin embargo, revisando la grabación completa, lo cierto es que lo que pasó con este hombre fue una excepción: al contrario de lo que había sucedido la noche anterior, cuando los soldados ocupan la ciudad. En el particular caso de “protestante solitario” el tanque esquiva al ciudadano, gira hacia la derecha y se detiene. En esa escena, del día 5 de junio los soldados muestran un respeto por la vida de los civiles que, en general, no tuvieron durante el 3 y el 4 de junio.

La masacre no sucedió precisamente en la plaza. Juan Restrepo, el enviado especial de TVE (la única cadena de televisión que estuvo en la plaza hasta el final) resumió lo que vio ese día con las siguientes palabras: “Fui testigo de un desalojo casi ordenado, con menos violencia de la que se ha dicho en repetidas ocasiones. Hubo violencia desde luego aquella noche, y murió mucha gente fuera de la plaza”.  La masacre ocurrió en las calles de la ciudad. La sangre llenó las calles por donde entra el ejército a Pekín (sobre todo el puente Muxidi), la avenida de Chang´An y otras zonas aledañas a la plaza. Cuando el ejército llegó hasta la Plaza, donde unos 2.000 manifestantes seguían atrincherados, se produjo esa breve negociación del mando militar con Hou Dejian, un cantante taiwanés que había apoyado a los estudiantes. Tras una deliberación improvisada, los manifestantes abandonaron la plaza pacíficamente.
Como con muchos asuntos relacionados con las protestas de 1989, éste episodio se convirtió en un tabú político. La verdad de lo que pasó en las calles de Pekín y otra ciudades los días 3, 4 y 5 de mayo de 1989 tal vez nunca se sabrá. Jan Wong, respetable escritor chino, sin atreverse a dar cifras describe en su libro “Red China Wong” lo que percibió desde la ventana de un hotel: “Varias personas mueren al interior de sus habitaciones alcanzadas por balas perdidas, como efecto de las ráfagas de metralletas escuchadas hasta bien entrada la tarde del 4 de junio eran asesinados jóvenes, niños y cualquier persona que se desplazara por la calle”. Nichlas D. Krystof, periodista que realizó una investigación en veinte hospitales los días siguientes denuncia la constatación  de entre 400 y 800 muertos y 8.000 heridos. Informes soviéticos  desclasificados algunos años después registran 3.000 personas muertas.
 El episodio del “hombre del tanque”, las divisiones 27 y 28 del Ejército Popular de Liberación  enviados a las calles de la ciudad para tomar su control y la sorprendente imagen de calles sembradas de centenares de muertos. Fue el desenlace de una movilización iniciada con el despliegue masivo que provocó el fallecimiento de Hu Yaobang (26 de abril) ex secretario general del P.C. que lideró las reformas liberalizadoras de la economía que venían aplicándose desde hacía una década, situación que fue aprovechada por los líderes estudiantiles llamando al paro en demanda por la profundización de la democratización del sistema económico y su proyección al sistema político. El llamado al paro (13 de mayo) fue respondido por estudiantes de diversas  ciudades cuyos líderes se trasladan a Pekín estableciendo la plaza de Tian An Men como el centro de operaciones. El asenso y masificación de las movilizaciones, la nula respuesta de las autoridades junto al despliegue periodístico provocado por la visita a China durante esos días de Gorbachov  (mentor de la glasgow y la perestroika en la Unión Soviética) lleva a los líderes estudiantiles a llamar a los movilizados a iniciar una huelga de hambre, llamado que es respondido por un importante porcentaje de los movilizados que ocupaban la plaza.
 A las movilizaciones desarrolladas durante la segunda quincena de mayo se incorporan grupos de intelectuales y especialmente obreros que protestaban por el deterioro de su situación económica que provocaba la inflación gatillada por las medidas liberalizadoras de los controles administrativos del sistema económico. Ambos grupos cantan repetidamente la Internacional en la plaza y sus alrededores. Se reproducía de esta forma en la calle el conflicto y debate que se daba al interior del partido comunista entre partidarios de las medidas liberalizadoras (en minoría) y conservadores liderados por Deng Xiaoping  líder del P.C. y el Gobierno desde la expulsión de Hu Yaobang  . El 27 de mayo se declara la ley marcial con el propósito de poner fin al manifiesto desorden reproducido en las calles por grupos que unen sus fuerzas en torno a dos bloques de demandas incompatibles. Los manifestantes no responden.
Las autoridades insisten los primeros días de junio en llamar a los manifestantes y habitantes de la ciudad a permanecer en sus casas porque se ha tomado la decisión de enviar a las calles a soldados para imponer y garantizar el orden. Los manifestantes continúan sin responder. La amenaza se hizo efectiva el 3 de junio concluyendo dos días después con la ocupación de la plaza de Tian An Men y consiguiendo de esta forma resolver  militarmente el conflicto. En los años siguientes continuará profundizándose la liberalización de los controles administrativos del sistema económico, el Partido Comunista de China continuará  teniendo sin contrapeso alguno el control del sistema político, el movimiento estudiantil que empezó en Tian An Men se desarraigó completamente. Tal vez nunca se sabrá el número de estudiantes, obreros, y manifestantes muertos en Pekín y otras ciudades, cuantos fueron heridos y cuantos fueron arrestados y, después de ser juzgados,  condenados a muerte o a cumplir largos años de arresto.    

miércoles, 5 de junio de 2013

10.- LA REVOLUCIÓN PINGUINA.


La movilización estudiantil del año 2006 corresponde a una serie de manifestaciones realizadas por estudiantes secundarios en Chile entre Abril y Junio de ese año, reactivadas en septiembre y Octubre y el aparecimiento de breves escaramuzas el 2008. La movilización es identificada informalmente como Revolución de los Pinguinos o Revolución Pinguina debido al tradicional uniforme utilizado por los estudiantes. Para dimensionar su extensión cuantitativa se destaca  los sobre 100.000 estudiantes de más de cien colegios del país que se encontraban movilizados el viernes 26 de Mayo, antes del Paro Nacional de Estudiantes convocado para el Martes 30, el cual habría contado con una adhesión de más de 600.000 escolares. . En una entrevista meses más tarde señalaría María Jesús Sanhuesa, la  líder más emblemática de la llamada revolución pinguina: “……el movimiento del 2006 se armó de manera invisible, sin que nadie se esperara que fuera tan tremendo”
Las primeras manifestaciones asociadas al conflicto tienen lugar el 25 de abril, desde esa fecha y hasta el 16 de Mayo (con la convocatoria al primer paro nacional) se suceden movilizaciones a diario en diversos establecimientos a lo largo del país. La demanda estaba reducida a mejoras de infraestructura en algunos colegios, la gratuidad de la PSU (prueba de selección universitaria), el uso del pase escolar las 24 horas del día los 7 días a la semana, y el mejoramiento de la jornada escolar completa.  A mediados de mayo el movimiento había alcanzado un nuevo estadio, las redes sociales habían develado el tremendo poder de convocatoria que poseen cuando se sabe hacer uso de ellas.
Cuando el movimiento se instala en el escenario social y político del país, la presencia de sus dirigentes emerge y se agiganta en los medios. Recibe el apoyo de universitarios, profesores y la comunidad escolar en general. Hacia el 18 de mayo los movilizados demandaban reforma a la LOCE, (ley orgánica constitucional de enseñanza), término de la municipalización  y mejoramiento de la jornada educacional completa. La movilización durante la segunda quincena de Mayo se expande rápidamente a todo el país. Al concluir el mes, la prensa, aludiendo a fuentes policiales,  informaba la existencia de 900 colegios y 800.000 estudiantes movilizados, lo que expresa el 80% de la población escolar; a esto habría que agregar los más de 100.000 universitarios en tomas, paros y jornadas de reflexión.
La reacción del Gobierno estuvo a cargo del Ministro de Educación (Martín Zélic) y se redujo a condicionar las conversaciones al término de las movilizaciones. El conflicto se prolonga hasta la víspera de un viaje programado por la jefa de gobierno con anterioridad a Estados Unidos. A fin de no cargar  la pesada mochila del conflicto a la gira, la propia presidenta,  un día después del paro nacional del 5 de junio, en cadena nacional firma un proyecto de ley que es enviado de inmediato al parlamento y contiene las reformas constitucionales requeridas para abordar algunos de los temas de fondo. Anuncia también la creación de una comisión amplia con participación estudiantil abocada a inyectarle contenidos a las reformas demandadas a la LOCE, la jornada escolar completa y la municipalización. Seis días después una de las organizaciones de segundo grado la UNES (Unión Nacional de Estudiantes)  acuerda la entrega de los colegios que aún permanecían en tomas.
La nebulosa en materia de resultados que dejaban los logros asociados al envío al parlamento de un proyecto de ley de reforma constitucional y la creación de un Consejo Asesor Presidencial mandatado para dar sustancia a las reformas prometidas, se acentuaba debido a la desconfianza que transparentaban las posturas de las autoridades de gobierno formuladas respecto de los temas tratados en las mesas de negociación que operaron a lo largo de todo el conflicto. En el Consejo Asesor primero los estudiantes solicitaron participación paritaria, petición que fue rechazada de plano alcanzando finalmente un reducido  17% de representación. Al poco andar los estudiantes se retiraron. La discusión se prolongó primero al interior de la comisión y posteriormente en la Cámara  de Diputados y el Senado durante casi dos largos años. Durante este lapso de tiempo la movilización estudiantil se hace presente de manera reducida, sólo en los meses Agosto y Septiembre de ese año 2006, para posteriormente reducirse a declaraciones y visitas esporádicas y espontáneas  al parlamento cuando los proyectos fueron discutidos y votados en las comisiones y sala.
El balance que arroja el seguimiento de las medidas propuestas por M. Bachelet da para todo. Incluso aquellas que sólo requerían para materializarse decretos gubernamentales tuvieron distinta suerte. El uso permanente del pase escolar y el pago de un pasaje de valor reducido, como era tradicional, fue incorporado a los convenios que se firmaron con la implementación del Transantiago y sólo beneficiaron a los estudiantes radicados en la capital. La Jornada Escolar Completa no sufrió modificaciones sustantivas lo cual requirió priorizar para ese propósito el desvío de  recursos para materializar la infraestructura aún requerida. Comentario aparte merece el seguimiento a los temas de la desmunicipalización y la LOCE, por cuanto con los estudiantes desmovilizados y fuera del Consejo Asesor Presidencial la iniciativa se trasladó a este organismo donde predominaron las ideas conservadoras. De esta forma, las propuestas ya carentes de los contenidos demandados por los estudiantes fueron terminadas de ser desnaturalizadas durante la discusión en el parlamento donde la iniciativa fue tomada por la derecha y los sectores del ala más reaccionaria de la concertación que eran miembros de las comisiones de educación de ambas cámaras.
La aparición en el escenario político y social de jóvenes quinceañeros con Jumper y calcetas  la mujeres y chaquetas azul piedra  o buzo los varones sorprendió a medio mundo. Rápidamente fueron sometidos a una exposición mediática que sus dirigentes sortearon con galanura y elegancia. El conocimiento de los problemas que enfrentaban, el dominio de las soluciones y demandas que levantaban, la fortaleza de sus convicciones y decisión de defenderlas removió la conciencia del país entero. Ingresaban a los salones del gobierno y el parlamento a dialogar de igual a igual con las autoridades y demostraban un dominio en el uso del poder de las redes sociales como instrumento de movilización y lucha social como no se conocía hasta ese momento. En la calle y asambleas, megáfono en mano, con consignas audaces e imaginativas  y encendidos discursos se convertían en magníficos agitadores. Todo ello deslumbró a la prensa de la época. Recordamos aquí a algunos de ellos: María Jesús Sanhuesa (La Jochu), Juan Carlos Herrera (El comandante Cornejo), Julio Isamit (EL guatón farandulero), Karina Delfino, Cesar Valenzuela, María Huerta.
 La incorporación de la educación a la agenda, el debate y la acción política, o dicho de otra forma, la instalación de la educación como tema país  fue quizás el mayor logro de la revolución pinguina. La Reforma de la LOCE (Ley orgánica constitucional de educación) decretada el último día de gobierno de la dictadura y mantenida sin variaciones su vigencia durante los 17 años siguientes, pasó, de no estar en la agenda del Gobierno, a cobrar una inusitada presencia, su costo fue la caída de dos ministros. Fueron los estudiantes en las calles el año 2006 los que generaron al interior de la sociedad civil la fuerza necesaria para pasar por encima de los enclaves autoritarios enquistados en la sociedad política y obligaron a los propios agentes políticos a cambiar las prioridades. El contenido del nuevo reglamento que se elaboró y decretó después de una engorrosa discusión liderada por la derecha al interior del Parlamento, y sin movilización estudiantil, registró sólo cambios de maquillaje. Ese no es punto. Aún así, ese error de cálculo  “la clase política” lo pagará el 2011 ganándose la desconfianza de otros estudiantes que ese año volvieron a tomarse las calles
Con la revolución pinguina nace en el país un movimiento social de nuevo tipo construido con la lógica del hipervínculo, liderado por muchachos que se habían criado jugando con los computadores, y ahora recorrían el país usando las rutas cibernéticas,  creando organizaciones virtuales y configurando redes sociales que multiplicaban la capacidad de movilización por millones y con costos cercanos cero si se dispone del equipamiento. El país fue gratamente sorprendido cuando en tiempo record se organizaban eventos que acogían a cientos de dirigentes y  marchas callejeras que movilizaban a cientos de miles de personas. Las autoridades observaban atónitas el fenómeno y permanecían cada vez más confundidas. Se había instalado en Chile lo que los analistas del fenómeno de los indignados movilizados en Madrid y Nueva York cinco años después identificaron con la categoría “movimiento social posmodernista”. Junto a ello al alero de la dinámica de movimiento nace una nueva categoría organizacional: la asamblea; y al alero de la dinámica del movimiento, un liderazgo de nuevo tipo que se empodera  al fragor del debate democrático, proyecta  audacia en las calles y transparenta lucidez  en los medios: la vocería. No obstante el magro balance de resultados finalmente alcanzados la revolución pinguina marcará un antes y un después en el desarrollo del movimiento estudiantil chileno y será considerada un hito sin precedentes en la historia de los movimientos sociales.

viernes, 31 de mayo de 2013

11.- LA MOVILIZACIÓN ESTUDIANTIL EN CHILE DEL AÑO 2011.-


La movilización estudiantil del año 2011 corresponde a una serie de manifestaciones realizadas en todo el país por estudiantes universitarios y de secundaria en Chile  demandando un conjunto de reivindicaciones  estructuradas en torno a la consigna educación gratuita. Han sido consideradas como las movilizaciones más importantes desde el retorno a la democracia, logrando convocar al mayor número de personas y son las se prolongan por más tiempo en la historia del país.
La cronología de paros, marchas, manifestaciones ciudadanas, tomas de establecimientos escolares, dependencias de organismos públicos o sedes de partidos políticos, manifestaciones y enfrentamientos callejeros con fuerzas del orden se inician el mes de mayo y se prolongan durante todo el resto del año. Sólo las marchas en los momentos pics de la movilización logran convocar varios cientos de miles de personas en Santiago, sobrepasando el millón si se consideran los movilizados simultáneamente en provincias.
La movilización es convocada por los estudiantes de la CONFECH (organismo que agrupa a los centros de alumnos de las universidades que reciben financiamiento del Estado) involucrándose rápidamente las comunidades universitarias a la cabeza de sus directivos académicos y líderes gremiales. Se incorporan e involucran con diversos grado de adhesión seguidamente algunos Centros de Alumnos de universidades privadas, el Colegio de Profesores, los Centros de alumnos de de las escuelas de enseñanza secundaria más emblemáticas de todo el país y federaciones de segundo grado que los agrupan con criterios geográficos o identidades ideológicas, algunos Centros de Padres y organizaciones de apoderados.
Ante la envergadura que alcanza el movimiento se involucran en el debate en torno al tema educativo intelectuales y organismos de generación de opinión de todo tipo. En el transcurso del tiempo, el conflicto educacional se cruzó con otros conflictos de carácter locales o sectoriales, ello, y el no otorgamiento de permisos para realizar marchas por el centro de las ciudades  generó coyunturas propicias para que A. Martínez presidente de la CUT convocara a un paro nacional y Camila Vallejo (la líder más emblemática del movimiento) convocara a un “caceroleo” motivando con ello al conjunto de la sociedad a involucrarse en el  conflicto, y a sus partidarios a expresar activamente su simpatía y adhesión habida cuenta que encuestas cifraban en un 80% las personas que estaban de acuerdo con las demandas y apoyaban los medios para hacerlas valer.
Las demandas relacionadas con el logro de educación superior gratuita, el derecho a la educación, la defensa de la educación pública y la igualdad de oportunidades son incompatibles con la incorporación del servicio educativo al modelo neoliberal de desarrollo. Ello explica porqué un Gobierno que lleva el neoliberalismo en su ADN estaba inhabilitado para dar respuestas satisfactorias a los sectores movilizados. Como tampoco puede permanecer inmóvil optado sólo por su agotamiento espontáneo, envía un paquete de proyectos de ley orientados a resolver parcialmente algunas de las demandas levantadas como la rebaja del interés bancario abusivo de los créditos vigentes, otras medidas orientadas a mitigar el sobre endeudamiento que hacía “impagables” los prestamos percibidos y una superintendencia que supervise en el futuro la obtención de lucro y ganancias de  manera ilegal con la venta del servicio educativo.
En el caso de los estudiantes secundarios se repetían las demandas de la movilización del 2006, (desmunicipalización y educación pública  gratis y de calidad), las que nuevamente no son escuchadas. Para ellos sólo se ofreció después de varios meses de paro la incorporación a programas de recuperación puestos en marcha en lugares alternativos para los alumnos de los establecimientos tomados que deseaban “descolgarse”. En un acto de generosidad que los enaltece un grupo no menor de estudiantes movilizados rechazan todas las alternativas ofrecidas por las autoridades de Gobierno para “salvar el año”, optando por el sacrificio en favor de las generaciones que vienen.
Una movilización de la extensión y dimensiones de la ocurrida el año 2011 en Chile no deja indiferente a nadie. Los efectos más importantes se manifiestan en la dimensión política del fenómeno. Efectos que cobran mayor significación por  el hecho que el proceso se produce en un contexto de descrédito y crisis  de representatividad de las autoridades y la institucionalidad política. Entre ellos corresponde destacar la puesta en jaque de la hegemonía ideológica del neoliberalismo y la incorporación al debate de la necesidad de urgentes  transformaciones sociales, políticas y económicas que rebasan la lógica de funcionamiento del modelo.
Entre las transformaciones que el movimiento logra incorporar al debate nacional destaca en primer lugar una reforma educacional de verdad que garantice el derecho a una educación superior gratis y de calidad al conjunto de la población que la demande. Para la obtención de los recursos que garanticen aquello, una renacionalización del cobre fundada en un aumento grosero de los royalties y una reforma tributaria que aumente la participación del capital en la estructura tributaria. Y, finalmente para garantizar la viabilidad política de tales transformaciones una reforma constitucional a concho que levante en forma definitiva los enclaves autoritarios aún vigentes.
El debilitamiento de la hegemonía ideológica del neoliberalismo y la incorporación de nuevos temas al debate no son  los únicos cambios asociados a la dimensión política provocados por los movimientos sociales del año 2011 acontecidos en Chile, el más importante lo constituye la voluntad de nuevos contingentes de participar en la construcción del tipo de sociedad a la cual quieren transitar guiados por una gamada de nuevos dirigentes algunos de los cuales, como Camila Vallejo, alcanzan una estatura mundial.