Durante
la década del 60 emerge en el mundo entero una juventud irreverente, incomodada
por el mundo que recibían de sus mayores, deseosa, comprometida y decidida a
provocar un cambio para extirpar las injusticias y lacras sociales que
rechazaban. La sociedad norteamericana no fue ajena a este fenómeno de carácter
mundial. Es más, la condición de liderazgo asumida por Estados Unidos de uno de
los bandos de la guerra fría lo hacía más permeable a la acción de estos
jóvenes irreverentes que aparecían y se multiplicaban en su propio territorio.
Durante esa década se profundizó la lucha por causas que eran históricas como
la desplegada en favor de los derechos civiles de las minorías discriminadas
por condición racial, agregándose causas nuevas como la igualdad de género,
preferencia sexual o condición migratoria. De igual forma la acción de los
movimientos pacifistas y contraculturales adquirió una significativa
importancia en el panorama social y político del país.
El
movimiento en contra del sistema de segregación racial bajo el principio de la
no violencia tuvo en la “Southern leadership Conference” y la “Nathional
Association for the Advancement of Colors” sus principales organizaciones. El
poder negro con la imagen del puño en alto tenía en el “Comité Organizador de
la no Violencia de Estudiantes” su organización emblemática. Por su parte, los
agrupados en torno a “The Nathion of Islam”, desencantados después del
asesinato de Martin L. King abandonaron los métodos pacíficos para conseguir sus fines, su líder Malcom X
también acabó muerto producto de la represión. Los Panteras Negras varios de
cuyos líderes también fueron asesinados y “La Resistencia Weathermen” cuya
vicepresidenta Bernardine Dohrn fue arrestada y encarcelada en Chicago
postularon la acción armada apelando el derecho que la constitución
norteamericana garantiza a sus ciudadanos a tener y usar armas de fuego para su defensa personal.
De
las innumerables organizaciones que afloraron durante la década del 60 para
luchar contra la discriminación racial, la que sobrepasando largamente la época
de movilización radical permaneció activa por un mayor lapso de tiempo
manteniendo su vigencia, aunque debilitada, hasta ahora, fueron “Los Panteras
Negras”. Nacieron para imponer respeto,
frenar, e impedir los abusos en
las calles de la policía y las bandas civiles contra indefensas personas de
color. Incursionaron en la acción solidaria organizando desayunos escolares
para los más necesitados recibiendo la ayuda y comprensión de jóvenes
activistas y el apoyo de un alto porcentaje de la población de color. Incluso
aspiraron a representar a sus pares postulando candidatos a organizaciones
sociales y políticas de representación popular
y carácter local. Algunos de sus líderes reconocen la influencia
ideológica marxista. Su record registra más de 40 mártires producto de la
represión policial y la acción de bandas civiles armadas como el Ku klux
Klan.
El
movimiento en favor de la paz y contra la guerra de Vietnam tenía menos
capacidad de organización que el movimiento por la defensa de los derechos
civiles, pero contaba en cambio con la simpatía y militancia de ídolos
deportivos de la estatura de un Muhamed Alí, estrellas de cine como Jane Fonda,
y musicales como Joan Baez y Bob Dylan. Su presencia en los mítines y
conciertos por la paz convocaba a multitudes a los campos universitarios de
Yale, Chicago, Massachuseth, Michigan, Boston o Berkeley donde los
universitarios pacifistas se manifestaban. De allí salían las voces de denuncia
y protesta que a través de los medios y la industria disquera, en ritmo de
rock, spiritual o folk irradiaban al mundo entero.
Durante
todo el trascurso de la década se sucedieron manifestaciones en donde un sector
importante de la población, conformado preferente por jóvenes se manifestó
contra diversas lacras sociales presentes en el sistema y modo de vida
norteamericano: Washington, 1963: frente a 250,000 personas en la manifestación
pacífica de Mall, Martin Luther King dio su discurso “I Have a Dream” (Tengo un
sueño). Con el apelativo Freedom Rides se recuerda la serie de manifestaciones
organizadas a lo largo de las provincias del sur a principios de los 60s,
aludiendo a la reacción violenta de las autoridades. Faire in the street (fuego
en las calles) tituló el Times la información sobre los disturbios raciales en
los barrios y gethos de Chicago y otras ciudades el año 1965 en contra de la
desigualdad socioeconómica. Estos se repiten el año 1967 en Detroit, decenas de
jóvenes mueren producto de la represión
policíaca. Los disturbios vuelven a aparecer en Chicago el año 1969 en los
episodios conocidos como Days of Rage Riots: “Días de Furia”. Estudiantes
ocupan la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York el año 1968. En
Ohio 1970, cuatro estudiantes mueren en enfrentamientos con la Policía en la
puerta de la Universidad Estatal de Kent.
La
coincidencia en el tiempo de las manifestaciones y protestas radicales
protagonizadas por los jóvenes de los años 60 con los albores de la
masificación de la T.V. popularizó los joviales rostros y estampas de sus
líderes o personajes anónimos que protagonizaban los episodios: Rosa Parks, La
mujer destacada que protestó por primera vez la segregación en los servicios de
transporte. Medgar Evers estudiante y activista del movimiento de los derechos
civiles, asesinado por un miembro del Ku Klux Klan el año 1963, Stokely
Carmichael y Ángela Davis, formidables agitadores que producto de sus acciones
de rebeldía debieron sufrir largos años de prisión, Kathleen Cleaver líder,
activista y voluntaria de los proyectos de ayuda social de los Panteras Negras,
Huey P. Newton y Bobby Seale fundadores de los piquetes de guardias armados de
autodefensa, Tom Hayden estudiante y líder de la Universidad de Michigan y Mark Rudd de la Universidad de Columbia,
Cesar Chávez líder de los chicanos.
La
acción movimientista de las mujeres a través del “Women’s Liberation Movement”
canalizó su rebeldía frente a la visión
tradicional y conservadora vigente hasta ese momento consistente en ser educada
para cumplir el rol de “amas de casa del futuro” o en el mejor de los casos,
secretaria de un prominente empresario. Antes que en otros lugares se produjo
en el país del norte el ingreso masivo de la mujer al mercado laboral. La
píldora anticonceptiva se convertiría allí antes que en ninguna parte en una
rutina diaria en la vida de millones de mujeres, liberándola de la esclavitud
reproductora y favoreciendo la revolución sexual. la participación femenina en
mítines contra la guerra de Vietnam y la discriminación racial en Estados
Unidos ayudó a que, la liberación femenina se masificara transformándose en
movimiento liderado por jóvenes editoras y periodistas como Gloria
Steinem, Helen Gurley Brown o Betty
Friedan, que lideraban las nacientes revistas femeninas como “Cosmopolitan” o
“Ms. Magazins”.
En
Nueva York el año 1969 quedó inmortalizado el club gay The Stonewall Rebellion
(La Rebelión de Stonewall), llamado así porque fue el lugar donde ocurrió el
primer enfrentamiento gay en contra de los policías. Después de este primer
grito de rebeldía el movimiento protagonizó nuevos episodios en favor del
derecho a la diversidad, cuando, por ejemplo, enfrentando a la policía
neoyorquina y de otras ciudades y Estados norteamericanos legitimaron los bares
de lesbianas y homosexuales, y, juntando fuerzas con el Poder Negro, las
Mujeres Liberadas, y feministas,
organizaron mítines, “Sit-In’s” y marchas de protesta, tomándose las calles
para defender y reclamar el derecho a la diversidad y la despenalización de la homosexualidad.
Pregonando el derecho a practicar el aborto y la igualdad femenina, los
derechos de la mujer, la liberación femenina y la libertad sexual, todo lo cual
coloca en entredicho instituciones sociales como el matrimonio, la familia y
hasta la propiedad privada.
A
esta cruzada por la defensa de los derechos ciudadanos y civiles que enfrentan
en forma organizada diversos grupos minoritarios por la no discriminación hay
que agregar también las primeras muestras de rebeldía de organizaciones de
chicanos, y portorriqueños, éstos últimos a través del “Young Lords Movement”
(El Movimiento Puertorriqueño Estudiantil). También la acción rebelde y
contestataria del movimiento indigenista cobró presencia y protagonismo como,
por ejemplo, ocupando la prisión de Alcatraz, durante los años 1969 a 1971,
reclamando la isla como perteneciente a los nativos americanos por ley y
demandando convertir la prisión en centro cultural, educativo y ecológico del
indio americano.
Ceremonia
de premiación carrera de los 200 metros planos juegos olímpicos de México año
1968. Suben al polio Tommy Smith, el más rápido, el australiano Peter Norman,
segundo lugar, y John Carlos, otro norteamericano de color. Los tres llevan los
botones del proyecto olímpico de defensa de los derechos humanos y contra el
racismo. El triunfador con tiempo record había roto la barrera de los 20
segundos, lo sucedido en la premiación pasará a los anales de la historia del
olimpismo. El ganador sube a la tarima con los guantes negros dispuesto a alzar
su puño en señal de protesta y
testimoniando su simpatía con los objetivos del grupo de los “Panteras
Negras” como lo habían sugerido sus
líderes. Peter Norman que portaba una bufanda negra sugiere a John Carlos que
comparta el segundo guante con su compatriota. Cuando sonaron los acordes del
himno norteamericano los tres atletas bajaron la cabeza, y dos de ellos alzaron
el puño negro enguantado. De vuelta a sus respectivos países fueron maltratados
por los medios y discriminados en el ambiente deportivo. La persecución duró
para Norman hasta que en los juegos olímpicos de Sídney fue nominado para
portar la antorcha olímpica. El año 2006 la Universidad de San José develó un
monumento recordatorio de aquel momento legendario del año 1968 protagonizado
por tres atletas triunfadores, dos de los cuales estudiaban sociología en el
Establecimiento. El espacio del segundo lugar está vacío lo que es una nueva
injusticia porque el australiano también forma parte de la leyenda
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