El “Mayo francés” es
detonado por hechos puntuales como reacciones frente a medidas y acciones
represivas de la policía a eventos y mítines estudiantiles por reivindicaciones
en torno a la democratización de la enseñanza. Aunque la rápida incorporación
de obreros al movimiento puede explicarse por la rabia acumulada por la sucesión de conflictos
laborales sin solución acontecidos a lo largo de la década del 60 en Francia,
los sucesos protagonizados por los estudiantes de París el año 68 responden a
la aparición en la escena social y política
de una generación de jóvenes irreverentes que quieren cerrar un ciclo de
la historia, revelándose contra el mundo que les tocó vivir amenazado por los
viejos fantasmas de la posguerra y los
nuevos fantasmas emergentes del capitalismo salvaje y la guerra fría
En enero de 1968 se
producen la primeras escaramuzas en Narterre consistentes en abucheos a
autoridades académicas que participan en actos académicos masivos. Dos meses después las autoridades acuden a nuevos actos acompañadas de policías produciendose leves enfrentamientos entre autoridades y miembros del contingente policial. Caen estudiantes detenidos entre ellos Daniel Chn Bendit. Un conglomerado de estudiantes se encierra en la Universidad dando orígen al grupo"22 de Marzo". que posteriormente se transformará en el refernte del movimiento. Dos meses después las autoridades acuden a nuevos actos acompañadas de policías produciendose leves enfrentamientos entre estudiantes y miembros del contingente policial. Ocurre posteriormente una sucesión de protestas con participación cada vez más masiva. para el 22 de Abril se logran convocar a 1.500 personas.El punto de inflexión de movimiento se produce la noche del 10 de mayo conocida como "la noche de las barricadas". decenas de miles de estudiantes acuden a las barricadas del Barrio Latino. Las autoridades siguen sin aceptar la liberación de los detenidos. La policía disuelve las barricadas por la fuerza, produciendose los más duros enfrentamientos de todo el mes de mayo con cientos de heridos. Al día siguiente , carros blindados se despplegaron por la capital francesa
El 13 de Mayo se
incorporan a la movilización los obreros, convocados por sus organizaciones
sociales y políticas, a la manifestación de ese día responden 200 mil y al paro
9 millones. Poco a poco la huelga se extiende, paralizando la mayor parte de la
“francia industrial”. Se incorporan primero los trabajadores de industrias
automotrices, de electricidad, el carbón y transportes, así como trabajadores
de medios de comunicación. Posteriormente los sindicatos de emblemáticas
industrias como Sud Aviation en Nanterre, Renault en Cleon, Flins, Le Mans, y Boulogne Billancuurt ocuparon sus fábricas. Sorprendidos
por la envergadura alcanzada por el movimiento varios miles de estudiantes
abandonan las universidades tomadas marchando hacia las industrias ocupadas. En
diferentes localidades llegarán hasta sus puertas, pero éstas no se abrirán.
Aún así unos dentro de las industrias otros afuera cantarán al unísono La
Internacional.
Hacia la segunda
quincena de mayo de 1968 Francia se deslizaba hacia una crisis social y
política generalizada y el control de las autoridades se hacía cada vez más
difícil. En Nanterre, los obreros y los
agricultores cortaron los accesos a la ciudad y controlaron el precio de los
productos ofrecidos en las tiendas, las cuales solo podían abrir con
autorización del Comité de Huelga. En esos momentos, en muchos de los centros
de trabajo en huelga, comienza a plantearse la cuestión del poder obrero en las
empresas, poniendo verdaderamente en cuestión la autoridad del Estado y
generando un auténtico vacío de poder.
La magnitud que alcanzan
las protestas durante la segunda quincena de mayo de 1968 en Francia sorprende
no sólo a sus líderes estudiantiles que detonaron el movimiento sino al propio
gobierno francés, el que se vio sobrepasado por los hechos y confundido por su
envergadura. Charles de Gaulle llegó a temer una insurrección de carácter
revolucionaria tras la extensión de la huelga general. Sin embargo, la mayor
parte de los sectores participantes en la protesta, en especial sus
liderazgos sociales y políticos (partido
comunista incluido), no llegaron a plantearse la toma del poder ni la
insurrección abierta contra el Estado
Frente a un escenario
como el configurado por la escasa politización de los liderazgos
estudiantiles y la indecisión de los liderazgos
políticos de izquierda, el Gobierno, el 25 de mayo,
decide abrir negociaciones con los representantes de los obreros en huelga las
que concluyen el 27 de mayo con un incremento del 35% en el salario mínimo
industrial y del 12% en promedio para todos los trabajadores. (Acuerdo que la
mayor parte de los trabajadores movilizados rechaza). Por otro lado,
respondiendo a una acusación del partido socialista sobre la ausencia de Estado,
disuelve la asamblea nacional y adelanta el llamado a elecciones. Ambos sucesos
hacen que la normalización de la situación se restablezca al mes siguiente
provocando un desencanto generalizado. Una vez realizadas las elecciones los
partidarios del gobierno aumentaron su participación en la asamblea nacional en
relación a la representación mantenida antes del conflicto.
La revuelta
estudiantil del año 68 resultó ser atípica por diferentes razones, tal vez por
ello sorprende no sólo al gobierno y a
su aparato represivo sino a dirigentes de sindicatos y a los partidos
revolucionarios. Lo que al principio fue sólo un conflicto académico se
proyectó de improviso a la esfera de la política y la economía. Las demandas
apuntaban hacia un norte que aunque incluían banderas levantadas con propiedad
por los jóvenes de la época como una democratización profunda de la enseñanza,
el término de la guerra de Vietnam, y por encima de todo, derribar un régimen
político que consideraban caduco y enmohecido, incluían otras de carácter
antropológico e intelectual cuyo sentido resultaba difícil interpretar y con
las cuales los obreros y sus referentes políticos les resultaba difícil
identificarse.
La compleja demanda
antropológica intelectual de carácter
más cultural que política levantada durante el “Mayo francés” expresada en el “ser más” antes que el “querer más” así
como el “acercamiento-alejamiento” de
los estudiantes con la izquierda tradicional se refleja en las consignas que
escribieron espontáneamente los movilizados en los muros para expresarla.
(Siempre será necesario hurgar en este elemento
para descubrir la esencia de todo movimiento social): Exagerar es
empezar a crear. Soy marxista, tendencia Groucho. Seamos realistas, pidamos lo
imposible. La imaginación al poder. Dejemos el miedo al rojo para los toros.
Prohibido prohibir. El aburrimiento es contrarrevolucionario. Los que hacen las
revoluciones a medias cavan sus propias tumbas. Trabajador, tienes 25 años pero
tu sindicato es del siglo pasado. Haz el favor de dejar el partido
comunista tan limpio al salir de él como
te gustaría encontrarlo al entrar. Bajo los adoquines, la playa.
Tal vez el rasgo más interesante del “Mayo francés” fue
la convergencia obrero estudiantil ya que el inesperado apoyo de los obreros a
los jóvenes rebeldes le dio a la revuelta un carácter especial. Mientras los
obreros entienden y apoyan demandas académicas y democratizadoras de la
enseñanza universitaria, los estudiantes asumen como propias la humanización
del trabajo y otras demandas laborales. Ambos coinciden en la necesidad de
reordenar la sociedad. La alianza obrero-estudiantil planteó la necesidad y
posibilidad real de conjugar diversas fuerzas revolucionarias interesadas en el
cambio social. Los estudiantes adquirieron estatura como agentes de cambio,
instrumento de acción revolucionaria y lucha contra el capitalismo. Su
presencia imprimió también a estos fenómenos sociales y políticos un carácter
especial. Después de lo que se vivió en ese mes, para la juventud expectante de
experiencias y emociones nuevas, ni el mundo ni la vida volvieron a ser como
entonces.
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