En
el momento de asumir la primera magistratura del país Eduardo Frei, el líder
más importante del socialismo (Aniceto Rodríguez) expresará una afirmación
emblemática: “le negaremos la sal y el agua”, posteriormente explicará el
exabrupto señalando que era una reacción “en caliente” gatillada por la
violencia verbal explicitada durante la última fase de la campaña presidencial.
(8)
El
Partido Comunista, con una tradición cargada de responsabilidad política, el
atractivo que irradiaba un programa presidencial identificado con el lema
“revolución en libertad”, y la coincidencia de parte importante de su contenido
con su propio programa político que, aún cuando el eje de su diseño era la
“construcción de las bases del socialismo”, aún conservaba elementos enmarcados
en las transformaciones anti imperialistas y anti oligárquicas sancionadas en
la Conferencia del año 1952; adopta una actitud más cauta.
En
el marco de las disposiciones legales que normaba la aplicación de la reforma
agraria del gobierno democratacristiano, apoyadas entusiastamente en el
Parlamento por las bancadas de los partidos del Frente de Acción Popular
incluidos los socialistas, no obstante el exabrupto a que hacíamos mención
anteriormente; se establece que ningún chileno podía ser propietario de una
extensión mayor a 80 hectáreas de riego básico,
siendo expropiables además propiedades de menor tamaño que sean mal
explotadas, además de toda propiedad beneficiada por planes de regadíos
implementados por el Estado.
Entre
los años 1965 y 1970 fueron expropiados en todo el país 1319 predios (más de
tres millones de hectáreas). En los predios expropiados, se procedió a la
organización de los Asentamientos de Reforma Agraria, etapa de preparación de
los campesinos para la adquisición de la propiedad, que duraba entre tres y
cinco años. Además de la incorporación de los campesinos a la propiedad de la
tierra, con la reforma agraria se pretendía la incorporación del campesinado y
sus familias a la vida social, cultural y política del país, el mejoramiento de
la productividad agrícola, la reforma del sistema de manejo y aprovechamiento
de las aguas, y la reestructuración de los organismos públicos que cumplían
funciones relacionadas con la agricultura adecuándolos a los requerimiento de
la nueva estructura de tenencia de la tierra.(9)
La
ley de sindicalización campesina, promulgada en 1967 bajo el gobierno de
Eduardo Frei Montalva se proponía establecer el marco institucional y organizacional para mejorar
las condiciones de trabajo de los trabajadores del campo, ampliando el campo
del ejercicio de sus derechos y promoviendo su capacidad gremial, educacional y
técnica. Con la normalización de la actividad sindical en el campo, y la
modificación de la estructura de tenencia de la tierra agrícola se agudizó el
conflicto social en el agro y se le propinó un golpe mortal a uno de los
bastiones de la oligarquía chilena, la gran propiedad agrícola. Se daba así en
un Gobierno democratacristiano, con el Partido Comunista y sus aliados actuando
desde una oposición constructiva, un paso significativo hacia los objetivos
considerados en la matriz anti oligárquica del programa diseñado en la
Conferencia del año 52.
La
reforma agraria, junto a la ley de sindicalización campesina y la ley de juntas
de vecinos creada, esta última, para promover la organización de los ciudadanos
en los espacios territoriales, mejorar la interlocución e interacción con
Estado, en orden a canalizar sus demandas y participar activamente en su
solución (en especial las reivindicaciones en torno a la vivienda y el espacio
urbano); eran parte sustantiva de la continuidad y puesta al día del proceso de
democratización del país e incorporación de los ciudadanos a la sociedad, la
cultura y economía enmarcado en el “modelo de economía del bienestar”,
parcialmente interrumpido con el ascenso al poder del derechista Jorge
Alessandri.
El
movimiento poblacional estructurado en torno a las organizaciones vecinales
tuvo un explosivo desarrollo el que continuó incluso durante la dictadura
militar ya que sus escasos años de permanencia en la escena social lo hacía
menos permeable a influencias políticas por lo cual fue menos reprimido, en
relación al movimiento sindical por ejemplo. Ello lo habilitó para jugar un rol
destacado en el desarrollo de las jornadas de protesta que finalmente
aceleraron el desenlace democrático.
Durante
el Gobierno de Eduardo Frei Montalva se llevaron a efecto también
transformaciones importantes en la minería orientadas a modificar, aunque
parcialmente la estructura de propiedad de las empresas extractivas del cobre.
El conjunto de medidas aplicadas se conoció como “chilenización” que implicaba,
en lo fundamental, la creación de sociedades mixtas entre las empresas
extranjeras que explotaban algunos yacimientos y el Estado chileno. Se
constituyeron entonces “El teniente”, “Exótica”, y “Andina” con 51%, 25%, y 30%
de aporte chileno respectivamente.
En
la discusión en el Congreso el Partido Comunista defendió la postura considerada al respecto en el programa de la
alianza de que era parte: una nacionalización sin “medias tintas”, “flecos” ni
“apellidos”. La democracia Cristiana tenía los votos suficientes para aprobar
su propuesta como fue lo que sucedió, sin embargo el debate se mantuvo vigente
en los años sucesivos ganado presencia la necesidad de tomar medidas más
agresivas al respecto. Esto dio frutos cuando hacia el final del período el
gobierno se vio obligado a presentar al Congreso un nuevo proyecto conocido
como “nacionalización pactada” que implicaba la compra por parte del Estado del
51% de las acciones de Chuquicamata, El Salvador y La Anaconda que no tuvo
dificultades para aprobarse y posteriormente implementarse. Para
instrumentalizar la participación del Estado en la administración de las
empresas una vez modificada la estructura de propiedad se creó la “Corporación
del Cobre”
Documentos digitalizados consultados
(8) Los cambio que
impulsa la Democracia Cristiana
(9) La revolución en
libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario