La no participación del Partido Comunista en la “cocina” que fijó las pautas e
itinerario de la transición, determinó que tampoco participara en el proceso
de refundación de la democracia,
situación a la que contribuyó por cierto la configuración de un sistema
político enmarcado en una Constitución diseñada, entre otras aberraciones, para
legitimar su exclusión. Aún así la dirección resuelve incorporarse al sistema
abordando su proceso de legalización junto al resto de los partidos que
conformarán el escenario político de la transición.
El concepto expresado en el párrafo anterior tal vez podría
relativizarse considerando que, con posterioridad a la adopción de la rebelión
popular de masas como estrategia de acción se abre un debate en el frente
interno del Partido Comunista que culmina con la separación de él de un sector
no menor de militantes conformado principalmente por cuadros que, participando
en actividades públicas, se habían
ganado espacios donde actuaban identificados y representando una suerte de
“sensibilidad comunista”. El grupo se organiza con el nombre Partido
Democrático de Izquierda y formó parte del “arco iris” de partidos que
configuraron la “Concertación de Partidos Por la Democracia”, conglomerado de organizaciones
políticas que tuvo a su cargo la tarea de sentar las bases de la refundación de
la democracia, su influencia sin embargo fue prácticamente intrascendente, aún
cuando una de los suyos ocupó un puesto en el primer Parlamento post dictadura
elegido en las urnas. Antes de cumplirse los primeros cuatro años del Gobierno
de La Concertación sus principales cuadros fueron absorbidos por los partidos
hegemónicos de la alianza, incluido el
propio Partido Democratacristiano que acogió a algunos cuadros intermedios
elegidos concejales en municipios pequeños cubriendo “cupos” asignados a esa
colectividad.
Eran los inicios de la década de 1990 cuando las
generaciones que después de interminables y trágicas jornadas de lucha lograron
derrotar la dictadura y materializaron finalmente el desenlace democrático en
Chile, el paradigma neoliberal reinaba en gloria y majestad y su hegemonía se
expandía por el mundo entero, nuestro propio país se exhibía como ejemplo a
seguir. En la otra barricada, el paradigma socialista había caído con el muro
de Berlín y se había hecho trizas con el derrumbe de la Unión Soviética. Para
decirlo con palabras de un porteño
ilustre “las catedrales habían caído” y de sus ruinas había poco que rescatar.
(Luis Guastavino, “Caen la Catedrales” Santiago de Chile, Hachette).
Los líderes de la Concertación de Partidos por la Democracia
que se hicieron cargo de la refundación democrática, tenían entonces poco de
donde “echar mano”. Sólo unas cuantas organizaciones sociales y políticas (el
Partido Comunista entre ellas) levantaron la voz condenando a concho el
neoliberalismo pero fueron aislados y excluidos del sistema político.
No obstante su situación de aislamiento político, que lo
margina del Parlamento, el Partido Comunista mantiene firme una postura anti
neoliberal cubriendo en el sistema
político un espacio en la oposición de izquierda extraparlamentaria al
Gobierno de la Concertación de Partidos por la Democracia. En alianza con
partidos aún menores presenta candidatos propios en las elecciones
presidenciales donde se eligen los 5 primeros de gobiernos de la fase post
dictadura, ninguno de ellos rebaza el 7% en la preferencia de los electores. En
4 de los 5 casos la Concertación no obtiene mayoría absoluta y sus candidatos
deben dirimir en segunda vuelta en
vencedor con representantes de la derecha, sin participar en proceso negociador
alguno llama a sus militantes y partidarios a votar por los representantes de
la Concertación, apelando sólo a su vocación de responsabilidad política. En
tres oportunidades (P. Aylwin, R. Lagos, M, Bachelet), su apoyo será clave para
elegir al vencedor, en la quinta (E. Frei), en cambio, producto de la división
interna y el agotamiento del modelo neoliberal su apoyo no alcanzará para
lograr el objetivo, concluyendo el ciclo político de la Concertación de Partidos por la Democracia
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