REFLEXIONES SOBRE


EL NEOLIBERALISMO EN CHILE.
ESTALLIDO SOCIAL Y PROCESO CONSTITUYENTE EN CHILE
TAMBIÉN SE INCLUYE
REFERENCIAS A PUBLICACIONES SOBRE MOVIMIENTOS SOCIALES Y ECONOMÍA POLÍTICA .
INFORMACIÓN SOBRE TRABAJO DE GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN EN INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES SOCIALES
Y
VIDEOTECA SOCIAL (muestra de películas emblemáticas de denuncia social, en los diferentes géneros expresados en la historia del cine)

jueves, 2 de enero de 2014

8.- EL DESENLACE DEMOCRÁTICO Y LA REFUNDACIÓN DE LA DEMOCRACIA




La no participación del Partido Comunista  en la “cocina” que fijó las pautas e itinerario de la transición, determinó que tampoco participara en el proceso de  refundación de la democracia, situación a la que contribuyó por cierto la configuración de un sistema político enmarcado en una Constitución diseñada, entre otras aberraciones, para legitimar su exclusión. Aún así la dirección resuelve incorporarse al sistema abordando su proceso de legalización junto al resto de los partidos que conformarán el escenario político de la transición.
El concepto expresado en el párrafo anterior tal vez podría relativizarse considerando que, con posterioridad a la adopción de la rebelión popular de masas como estrategia de acción se abre un debate en el frente interno del Partido Comunista que culmina con la separación de él de un sector no menor de militantes conformado principalmente por cuadros que, participando en actividades públicas,  se habían ganado espacios donde actuaban identificados y representando una suerte de “sensibilidad comunista”. El grupo se organiza con el nombre Partido Democrático de Izquierda y formó parte del “arco iris” de partidos que configuraron la “Concertación de Partidos Por la Democracia”, conglomerado de organizaciones políticas que tuvo a su cargo la tarea de sentar las bases de la refundación de la democracia, su influencia sin embargo fue prácticamente intrascendente, aún cuando una de los suyos ocupó un puesto en el primer Parlamento post dictadura elegido en las urnas. Antes de cumplirse los primeros cuatro años del Gobierno de La Concertación sus principales cuadros fueron absorbidos por los partidos hegemónicos de la alianza, incluido  el propio Partido Democratacristiano que acogió a algunos cuadros intermedios elegidos concejales en municipios pequeños cubriendo “cupos” asignados a esa colectividad.
Eran los inicios de la década de 1990 cuando las generaciones que después de interminables y trágicas jornadas de lucha lograron derrotar la dictadura y materializaron finalmente el desenlace democrático en Chile, el paradigma neoliberal reinaba en gloria y majestad y su hegemonía se expandía por el mundo entero, nuestro propio país se exhibía como ejemplo a seguir. En la otra barricada, el paradigma socialista había caído con el muro de Berlín y se había hecho trizas con el derrumbe de la Unión Soviética. Para decirlo con palabras de un  porteño ilustre “las catedrales habían caído” y de sus ruinas había poco que rescatar. (Luis Guastavino, “Caen la Catedrales” Santiago de Chile, Hachette).
Los líderes de la Concertación de Partidos por la Democracia que se hicieron cargo de la refundación democrática, tenían entonces poco de donde “echar mano”. Sólo unas cuantas organizaciones sociales y políticas (el Partido Comunista entre ellas) levantaron la voz condenando a concho el neoliberalismo pero fueron aislados y excluidos del sistema político.
No obstante su situación de aislamiento político, que lo margina del Parlamento, el Partido Comunista mantiene firme una postura anti neoliberal cubriendo en el sistema  político un espacio en la oposición de izquierda extraparlamentaria al Gobierno de la Concertación de Partidos por la Democracia. En alianza con partidos aún menores presenta candidatos propios en las elecciones presidenciales donde se eligen los 5 primeros de gobiernos de la fase post dictadura, ninguno de ellos rebaza el 7% en la preferencia de los electores. En 4 de los 5 casos la Concertación no obtiene mayoría absoluta y sus candidatos deben dirimir  en segunda vuelta en vencedor con representantes de la derecha, sin participar en proceso negociador alguno llama a sus militantes y partidarios a votar por los representantes de la Concertación, apelando sólo a su vocación de responsabilidad política. En tres oportunidades (P. Aylwin, R. Lagos, M, Bachelet), su apoyo será clave para elegir al vencedor, en la quinta (E. Frei), en cambio, producto de la división interna y el agotamiento del modelo neoliberal su apoyo no alcanzará para lograr el objetivo, concluyendo el ciclo político de la Concertación de Partidos por la Democracia

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