La semana pasada el Ministerio de Relaciones Exteriores emite en su sitio web una declaración que reproducimos textualmente:
“El día 21 de julio de 2022 la ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Antonia Urrejola, y el Ministro de Relaciones del Estado Plurinacional de Bolivia, Rogelio Mayta, sostuvieron conversaciones en la ciudad de Asunción, Paraguay, a fin de reafirmar su compromiso con la construcción de una agenda de confianza mutua.
En ese sentido, convencidos de la necesidad de iniciar una nueva etapa en la relación bilateral, en beneficio de ambos pueblos, acordaron la reactivación de la Hoja de Ruta acordada en La Paz, en abril del 2021.
Asimismo, reafirmando la importancia del comercio y las inversiones para el desarrollo económico y social de ambos pueblos, acordaron retomar, a la brevedad, las conversaciones en materia de Complementación Económica.
Por último, ambos ministros destacaron la importancia de profundizar el diálogo en áreas de interés mutuo.”
Aunque la declaración oficial que informa el acontecimiento que comentamos no especifica los “temas económicos de interés mutuo”, es obvio que en un lugar destacado estará la cuestión del litio.
Sobre todo considerando que la cuestión del litio se ha puesto en el centro del debate geopolítico del continente, y al tema se han referido durante el último tiempo los presidentes Gabriel Boric y Andrés Manuel López y Obrador, confirmando la intención de ambos mandatarios de nacionalizar su explotación, creando en sus respectivos países una empresa nacional del litio. Ante lo cual ha reaccionado la mismísima jefa del Comando Sur de Estados Unidos Lora Richardson.
A ello alude la analista internacional Inna Afinogenova en un reportaje reproducido en video, (link al final de la nota) que recuerda, además, declaraciones recientes del propio Evo Morales sobre la cuestión del litio como una causa central que provocó su derrocamiento, digitalizado por la CIA y operacionalizado por la OEA, y la respuesta de un informado usuario de redes sociales (Elon Musk, dueño de la fábrica más grande de autos eléctricos).
El reportaje a que nos referimos acaba con la sugerente idea que ronda en el ambiente, la creación de una organización multilateral con los países que poseen las mayores reservas de litio en Latinoamérica para defenderse de la voracidad de las multinacionales norteamericanas involucradas en su exploración, extracción, gestión productiva y comercio:
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