Las declaraciones del presidente Boric fijando la posición del Gobierno frente a la eventualidad que gane el rechazo en el plebiscito de salida provocó un debate que se tomó la agenda hasta el momento de escribir estas notas.
Es la primera vez que los partidarios del apruebo logran aquello durante un respetable lapso de tiempo. Ni siquiera el evento realizado con motivo de la entrega del texto definitivo al Presidente lo había conseguido, al ser desplazado por las declaraciones de Lagos, sobre valoradas en los medios controlados sin contrapeso por la oposición.
La arista negativa del fenómeno es que, el contenido de las declaraciones a las que hacemos referencia, dicen relación con algo que no queremos que suceda, el triunfo del rechazo, que continuó posicionado en el centro del debate.
Sobre el efecto político del contenido mismo de las palabras declaradas no hay consenso, en nuestra opinión creemos que el lado positivo de aquello es que instala una "banderilla" cuyo uso será útil, de acontecer lo que no queremos que suceda.
En efecto, si gana el rechazo sigue vigente la actual Constitución; considerando que cualquier iniciativa que nazca en el Congreso, sin la venia presidencial para reformarla o reemplazarla, requerirá ser financiada, y será por ello objeto de reserva constitucional, puesto que, respecto de aquello, la iniciativa sólo la tiene el primer mandatario.
II
Las nuevas autoridades cumplen cuatro meses en la conducción del Gobierno. Durante este lapso de tiempo se cruzaron repetidamente Gobierno y Convención Constitucional. No podía ser de otra manera son hijo(a)s, del mismo pecado original, el 18 O.
Teniendo en cuenta aquello durante los últimos 15 días corrió el rumor de un posible cambio de gabinete que, al parecer y en buena hora, fue descartado.
Un cambio de gabinete es un rito, el resultado de un rito en política siembre reditúa al que tiene la facultad para provocarlo, pone las tareas en un nuevo escenario, con nuevos actores que se supone traen nuevas iniciativas, vibras y energías para abordarlas.
Los errores menores que ha cometido el Gobierno ("autogoles" muchas veces) son atribuibles a falta de experiencia, y los cuatro meses transcurridos son tiempo más que suficiente para evitar en adelante sus repeticiones. Los de mayor envergadura tienen causas políticas y su abordaje es más complejo,
Estos últimos dicen relación con la articulación de su base de apoyo política y social, (asignatura pendiente) lo cual incide en la falta de elaboración de un relato único y coherente, o como se refieren a ello los medios, "sus dos almas". Dos almas respecto de lo cual tampoco el debate y la acción política ha generado los líderes que "se jueguen la vida" por abordar la tarea de unificarlas, y su obra sea reconocida por todos, aunque mueran en el intento.
Ello no se va a resolver en las próximas 7 semanas, y en este lapso, el mejor aporte que puede hacer el Gobierno al triunfo del apruebo es la generación de hechos políticos, más en la acción que en el discurso, hechos políticos que sumen a la opción del apruebo conglomerados de personas con intereses y demandas específicas.
Por ejemplo, una señal potente que otorgue certezas que el compromiso asumido en campaña, con los deudores del CAE (un millón de jóvenes) comienza a ser cumplido.
III
El resultado del plebiscito no se jugará en la acción o inacción del Gobierno sino en la acción de la sociedad civil, y allí será determinante el rol que asumirán las organizaciones políticas y sociales que en más de un centenar se han inscrito en el SERVEL, para participar en la campaña en terreno en favor del apruebo en las próximas siete semanas, y a lo cual nos referiremos en la próxima editorial.
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