LA TRAMITACIÓN DE LA REFORMA PREVISIONAL EN LA CRESTA
DE LA OLA
El Consejo Fiscal Autónomo recomienda avanzar en la
tramitación de la reforma previsional.
También sugiere ejecutar ajustes que inciden en la gradualidad
de los gastos que los hagan compatibles con los equilibrios fiscales.
El Gobierno responde confirmando su disposición para
entregar las indicaciones al respecto, las que ya se discuten en la Comisión de
Hacienda del Senado.
El momento parece propicio para hacer algunas
reflexiones sobre el significado político de la reforma previsional a
decretarse y promulgarse próximamente.
Las políticas públicas que inciden directa o
indirectamente en la previsión social; son depositarias de un alto grado de
complejidad, la que es mayor si en los escenarios políticos predominan las
turbulencias.
Sus efectos acompañan toda la vida al individuo,
gasto (ahorro) en el corto y mediano plazo y beneficios (pensión) en la vejez.
Respecto de estos últimos, para que los pronósticos
con que son tomadas las medidas se cumplan, deben cumplirse también los
requisitos considerados al momento de su adopción.
Estos van desde los comportamiento cuantitativos y
cualitativos de variables demográficas (tasas de natalidad, mortalidad,
esperanza de vida), hasta variables económicas y financieras, (crecimiento, tributación,
tasas de interés), pasando por las culturales y sociales (empleo, subempleo,
cesantía, migraciones externas, crisis económicas o sanitarias, roles
familiares, inserción de la mujer a la economía, etc.).
Lo ocurrido con la previsión en Chile con el proyecto
de capitalización individual aplicado en dictadura, es una muestra que ilustra
lo señalado.
Un fracaso absoluto en lo que debe ser su objetivo central,
entregar pensiones dignas.
Las razones que explican aquello, en lo fundamental,
fue el error de no considerar su funcionalidad como herramienta de generación
de pensiones, privilegiando sus propósitos financieros, efecto que se agravó
con la entrega de su administración a gestores del gran capital y débil participación
y control del Estado.
Se descuidó con ello la consideración de las variables
que incidían en las tasas de reemplazo, valor y permanencia en el tiempo de las
pensiones.
Los efectos de aquello sólo fueron corregidos, en
parte, con la acción del Estado, (creación del pilar solidario primero y posteriormente
la PGU que, además de cambiar su nombre, complementó en algo su cobertura).
Instrumento no considerado en su diseño original en
dictadura por sus creadores.
De los esfuerzos hechos durante los últimos diez años
por introducir transformaciones más profundas al sistema, sabemos lo sucedido.
La reforma previsional a decretarse próximamente,
como también lo sabemos, se hace cargo de las correcciones e insuficiencias más
urgentes y sentidas por la población, como, mejoramiento de las pensiones
actuales y futuras, disminución de las inequidades de género, incorporación del
seguro social, y mayor presencia del Estado en el funcionamiento y control del
Sistema.
Transformaciones de mayor calibre respecto del carácter
y funcionamiento del sistema quedarán pendientes a la espera de mayorías en el
Congreso para su aprobación e implementación.
Con ello, el debate continuará ahora en la campaña
electoral a iniciarse a la vuelta de vacaciones.
En versión video:
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