“Para mí, ambas fechas son importantes, pero metafóricamente hablando, son nuestra encrucijada como país”, dice José Joaquín Brunner, el creador de esta alegoría interpretativa de la realidad política que vive Chile, a partir de los símbolos que representan los dos días más icónicos de nuestra historia reciente, el 18 de Octubre y el 15 de Noviembre.
Lo ocurrido hace seis meses cuando se elige la primera mesa fue por cierto la expresión casi prístina del noviembrismo, con la hegemonía del frente amplio en alianza con el colectivo socialista logran seducir a algunos constituyentes representativos de los pueblos originarios, los que, con la incorporación de otros independientes elegidos como tales y, los menos, acogidos en los debilitados partidos de la centro izquierda, consiguen sumar rápidamente una mayoría que los habilita para hacerse cargo de la dirección de la convención.
El objetivo de los estrategas de esta esta movida se transparentó cuando en la elección de las vicepresidencias (mesa ampliada) dieron los patrocinios que la derecha requería para sobrevalorar su representación ganada a partir de los constituyentes elegidos; y subvalorar la representación de la izquierda dura representada en la lista del pueblo, junto a otros conglomerados territoriales y Chile Digno, partido comunista incluido.
El objetivo de esta estrategia estaba claro, aislar a la izquierda dura y trabajar los ansiados dos tercios que requieren las normas para aprobarse, a partir de un deslavado centro mirando a la derecha, con todo lo que ello significa.
En la presente semana la movida se intentó replicar en 8 elecciones a lo largo de más de 12 horas, sin que cuajara y llegara a buen puerto, finalmente se impuso la elección de una mesa central, acompañada de una mesa ampliada, comprometida con el diálogo y la búsqueda de los acuerdos sin perder de vista las demandas levantadas por el pueblo en la gesta de octubre. Con una base de apoyo articulada a partir de los conglomerados independientes, los escaños reservados y partisanos vinculados a los partidos de Chile Digno que provocaron y se comprometieron a concho con el estallido, y con ello, levantaron las banderas de la justicia social, el feminismo, la defensa del medioambiente y la solución del conflicto de los pueblos originarios con el Estado.
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