A POCAS HORAS DE CONFIRMARSE LA
NOTICIA, EMITIMOS EN RADIO CASA QUINTIL, NUESTRO PRIMER COMENTARIO SOBRE EL:
SIGNIFICADO POLÍTICO QUE TIENE
PARA LATINOAMÉRICA Y EL MUNDO DEL TRIUNFO DE IGNACIO LULA DA SILVA.
El triunfo de Lula, unido a otros
de similar sentido y significación ocurridos recientemente, contribuirán a
cambiar el mapa geopolítico de Latinoamérica y el mundo
Ello se expresa, en primer lugar,
en una contención de la franca expansión que viene experimentando el fascismo
en el mundo. En un escenario contaminado
por los efectos de la guerra, donde fenómenos como las migraciones,
empobrecimiento, inseguridad y deterioro de la calidad de vida de la población,
constituye un terreno fértil para la emergencia de gobiernos neofascistas, como
quedó recientemente demostrado en Italia.
La presencia de un liderazgo
progresista en Brasil se hará sentir en el BRICS, comunidad de países
encabezados por China y Rusia, y creado para contrarrestar, en el Atlántico Sur.
la influencia de la OTAN en el ámbito militar y el orden económico y político
mundial, sobre todo considerando el contexto bélico en que se desenvuelven hoy
las relaciones económicas y políticas en el planeta.
Seguramente, para satisfacción del mundo
ambientalista, también significará una contención de la criminal destrucción de
la selva amazónica, y con ello, un importante apoyo a la contención del cambio
climático que afecta hoy al conjunto de la población mundial y con ello un respiro
para quienes mayormente sufren los daños que provoca.
Los demócratas vemos con agrado la
repetición de un fenómeno similar al que ya habíamos observado en un país pequeño
y menos influyente como Bolivia, esto es, la reversión de los efectos de la aplicación
de una estrategia diseñada en el Pentágono, y expresada en el derrocamiento de
líderes progresistas, usando las herramientas del sistema político y
especialmente jurídico. Ello dificultará en adelante la materialización de los
llamados “golpes blandos”, como el que hoy está en pleno desarrollo en Perú.
México, Argentina y Brasil, configuran una
trilogía de países que, actuando en consenso, poseen una potencialidad de
influencia hacia Latinoamérica que es incontrarrestable. Baste tan sólo considerar
las cifras que, en territorio, población y generación de riqueza real y
potencial la trilogía puede ostentar.
El triunfo de Gustavo Petro y
Francia Márquez, antesala de la asunción de Lula a la primera magistratura de
Brasil, unido a los recientes sucesos similares ocurridos durante el año en
Chile y Honduras, cambiarán el mapa geopolítico de Latinoamérica. La cita en Bogotá fue el
momento oportuno para que los lideres de estos países junto a los de otras
naciones como México, Argentina, Panamá, Bolivia y Perú, manifestaran las
intenciones de reconsiderar el multilateralismo, en el marco de una estrategia
inspirada en el respeto de la autodeterminación y la no injerencia, (replicando la exitosa política de relaciones internacionales
de China), como el instrumento preferente para enfrentar unidos
los grandes temas del presente y el futuro que están asociados a la superación
del subdesarrollo.
Los vientos en Latinoamérica
soplan en la dirección políticamente correcta. No puede asombrarnos entonces
que, en un contexto de correlación de fuerzas favorable, en la agenda de la
geopolítica y el multilateralismo latinoamericano, cobren significación las
reivindicaciones levantadas por los movimientos de trabajadores, indigenista,
feminista y ambientalista. Un ejemplo de aquello es el reciente trascendido
surgido desde Argentina sobre la decisión de abordar coordinadamente junto a
Bolivia y Chile la explotación y venta del Litio
Por otro lado, como quedó
reflejado en la reciente reunión de la OEA para tomar una posición frente a la
operación militar de Rusia en Ucrania, habrá cada vez menos agua para alimentar
el molino del aislamiento de Cuba, Nicaragua y Venezuela en el continente.
Junto a ello, seguirá quedando atrás el canallesco bloqueo que afecta a los
países que configuran la primera línea de la lucha anti imperialista.
En el ámbito económico, con el entusiasta
apoyo de China, se crearán mejores condiciones para afianzar los grandes
proyectos de desarrollo en ejecución, como la ruta interoceánica que unirá el
pacífico con el atlántico sur, incorporando a los países sudamericanos en las
grandes rutas del comercio mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario