Una primera lectura de los resultados de la elección de constituyentes nos permite dibujar un escenario dividido en 4 bloques relativamente homogéneos, la lista de pueblo, vamos Chile, unidad constituyente, y apruebo dignidad. Si hacemos el ejercicio similar con los resultados de las otras tres elecciones que tuvieron lugar el mismo día donde votaron los mismos electores la conclusión sería otra, encontrándonos allí más bien un escenario más asimilable a los viejos tres tercios pre dictadura dejando atrás finalmente el duopolio post dictadura. ¿Por quienes votaron allí los que votaron por la lista del pueblo en la plantilla de constituyentes?
La pertinencia de esta pregunta dice relación con el hecho que la elección presidencial (la madre de todas las batallas) que se jugará en tres tiempos (primarias, primera y segunda vuelta) de los cuales el primero ya se está jugando; en su fase final y definitiva se jugará sólo con dos candidatos.
La principal certeza es que la lista que representaba a la derecha unida (republicanos incluidos) y por extensión al Gobierno, fue la gran derrotada, no alcanzando siquiera sus expectativas más modestas, la elección del tercio de los constituyentes. Su adhesión queda reducida hoy en un intervalo que va entre el 10% que arrojan las encuestas el favor del presidente y el 22% de constituyentes que alcanzó a elegir. Para revertir aquello deberá salir fortalecida en la primaria que enfrentará a sus cuatro líderes, tarea difícil considerando que deberán soportar la pesada mochila de un gobierno fracasado y en franca decadencia.
Si bien la afirmación sobre, si, el golpe que recibieron algunos de los partidos de la "unidad constituyente" (La DC, el PR, el PPD) fue demoledor es una certeza. La duda que persiste es si aquello terminará finalmente por disolver el bloque de la ex concertación acabando con ello un ciclo de más de 30 años. La fortaleza que aún mantiene el partido socialista, con una candidata que no marca en las encuestas, es su principal reserva, además de un liderazgo aún "tapado" que sí marca en las encuestas, pero cuyo capital es la presidencia del Senado conseguida con la unidad de oposición, capital que, si lo pierde, puede transformarse en "una oveja llevada al matadero" y ella lo sabe.
Los partidos que integraron la lista del apruebo dignidad están, por cierto, entre los vencedores y mejor aspectados para articular en torno a ellos las fuerzas que representan las transformaciones y que de continuar su ascenso y fortalecimiento político pondrían dar un golpe fatal a las fuerzas sostienen el neoliberalismo tanto en el marco del proceso constitucional como en los procesos eleccionarios que configuran el calendario institucional. Sus principales fortalezas, además de los constituyentes que alcanzaron a elegir y los candidatos posicionados en las únicas primarias legales de la oposición son: su coherencia ideológica, un relato antineoliberal sin ambigüedades y ausencias en el presente y el pasado de lazos con los poderes fácticos, en especial el económico. Pueden dar "la prueba de la limpieza" y en ello está su principal capital para disputar la hegemonía. La elección de alcaldes y gobernadores (algunos aún en disputa) reforzará su presencia en territorios emblemáticos de la geografía nacional.
La otra certeza es la emergencia de la lista del pueblo que, con seguridad cambiará el mapa político en el futuro inmediato, se trata en este caso de un fenómeno cuyo análisis rebasa el propósito de estas notas. Diré por ahora que es un conglomerado cuyos líderes se identifican como antisistema, apolíticos y representantes de las demandas surgidas en medio del estallido social. O sea, identidades desechables las dos primeras, por cuanto al decidir incorporarse al proceso constituyente se incorporaron al sistema y al solicitar, algunos de sus dirigentes, un cambio constitucional para disputar las elecciones parlamentarias con candidatos propios, expresan su intención de constituirse también en partido. De la base social que apoyó los candidatos de esta lista es poco lo que se puede decir, al menos observando los resultados arrojados en las elecciones que en estas notas se comentan. Si consideramos que la votación que alcanzó la lista del apruebo dignidad es levemente menor en las listas de alcaldes, concejales y gobernadores respecto de la que alcanzó en de en la elección de constituyentes, situación que es muy similar a lo acontecido en la lista vamos chile; debemos concluir que, una masa importante de los votantes de la lista que favoreció a los candidatos independientes a constituyentes incluyendo los de la lista del pueblo, en las otras papeletas marcó por los partidos más perjudicados de unidad constituyente.
(Estas notas y algunas de las conclusiones que de ellas se deducen deben ser comprendidas en el contexto que fueron escritas, un análisis propiamente electoral, la realidad es más compleja, por lo cual requieren ser confrontadas con la evolución que experimenten otros fenómenos como la presencia y movilización de las organizaciones sociales en la calle, y la presencia y acción de la ultraderecha y el fascismo generando escenarios que rebasen el desenlace político de la grave crisis política, social y económica que vive el país, temas que trataré en una en una próxima nota que estoy trabajando)
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