ARTÍCULO PUBLICADO COMO EDITORIAL EN EL BLOG: "GRUPO CASA QUNTIL"
VALPARAÍSO,4 DE DICIEMBRE 2020
¿EL REBROTE QUE VIENE?
Connotados salubristas alertan a las autoridades y solicitan a la población mantener los resguardos preventivos para enfrentar de la mejor forma posible el rebrote que viene.
El Gobierno ha repetido un discurso consecuente con tal pronóstico agregándole un sesgo catastrofista y que algunos catalogan como campaña del terror. Discurso que, sin embargo, contrasta con las medidas de manejo y control de la pandemia, que no apuntan a perseguir tal efecto sino todo lo contrario.
Estamos, al parecer, reviviendo el comportamiento errático e irresponsable que caracterizó la gestión del Ministro Mañalich, que, si bien podría justificarse por el desconocimiento que, en su tiempo, el mundo tenía respecto de la actuación y efectos del virus, hoy una explicación en tal sentido carece de sentido.
Una explicación más adecuada podría aludir al hecho que, un posible rebrote que se levante desde fines de enero como algunos expertos lo han anunciado, podría afectar la normalidad y participación de la población en los procesos eleccionarios agendados para los meses posteriores. Ello también podría, por otro lado, crear las condiciones para justificar la aplicación de medidas represivas y aún más restrictivas en materia de movilidad y derecho de reunión respecto de las que hoy vivimos; decretar nuevos aplazamientos, y hasta suspensiones de los procesos eleccionarios en el peor de los casos, extendiendo la agonía de un Gobierno que “ya no da para más”.
Por otro lado, no debemos confundirnos, si hay algo que ha caracterizado el tratamiento de la pandemia en Chile, en el mundo capitalista en general, y en los países que mayormente han adoptado la fórmula neoliberal en particular, ha sido el favorecimiento de las medidas que privilegian las condiciones para, abrir nuevas oportunidades de inversión y mejorar la existentes, la canalización de los recurso del Estado y los generados en el sistema económico hacia los agentes monopólicos, y al abaratamiento del costo de la contratación, producción y reproducción de la mano de obra.
En este contexto las personas que no participan directamente en el proceso productivo, como los adultos mayores, enfermos crónicos o discapacitados son consideradas lastre y el prescindir de ellos es un beneficio para el sistema, no extraña entonces que las máximas autoridades se refieran a las llamadas “estrategias de rebaño como un método legítimo para tratar pestes y pandemias”.
Llamamos por ello a denunciar la sucia política que pone en el centro de su accionar los negocios y el lucro y, por el contrario, reivindicar la buena política que rescata los valores del socialismo fundados en el humanismo y la defensa de la vida.
La sobrevivencia de los pobres y salvataje de los sectores más vulnerables en las sociedades modernas es responsabilidad del Estado, que duda cabe. Sin embargo, de producirse la catástrofe que algunos salubristas pronostican, con un Gobierno ausente y “perdido en el espacio” el pueblo no debe ser sacrificado. La sociedad civil debe reaccionar, por ello, hoy más que nunca cobra vigencia la consigna “el pueblo ayuda al pueblo”, llamamos en consecuencia a los amigos de CASA QUINTIL a prepararse hoy para sumarse a esa tarea; si los pronósticos no se cumplen igual el resultado del trabajo en organización y acción servirá para abordar las luchas que si vendrán en el futuro.