LA CONSTRUCCIÓN DEL IMAGINARIO COLECTIVO DE LOS
ESTUDIANTES MOVILIZADOS.
ALBERTO BASTIAS CORREA
DICIEMBRE 2011
Transversalidad, tal vez
sea esta la palabra más repetida en los discursos y entrevistas de los líderes
que dirigieron las movilizaciones estudiantiles en Chile durante el año 2011.
Con ella se referían
al consenso, aceptación y niveles de aprobación que alcanzaban las ideas fuerza
que daban sentido al movimiento, las que se instalaban en el inconciente de los
movilizados que individualmente reconocían distintas parroquias partidarias,
domicilios políticos o ideológicos.
Un conjunto de ideas
que, no sólo daban sentido al movimiento, sino que se convertían en el motor
ideológico de la movilización.
En otras palabras,
esos miles de jóvenes que se tomaron las calles, estaban viviendo la
construcción de lo que los sociólogos, cientistas sociales y pensadores con
experticia en teoría de la formación del conocimiento identifican con la
categoría imaginario colectivo.
¿Cuales fueron estas
ideas fuerza?, ¿cómo se construyeron?, ¿Qué posibilidad hay que decanten y se
configuren en plataforma social y política?, ¿Qué posibilidad tienen de ser
acogidas y apropiadas por los liderazgos políticos a nivel nacional? O en su
defecto ¿Qué posibilidad hay que quienes levantaron estas ideas asuman esos
liderazgos en un futuro próximo?
Intento en este
estudio responder estas preguntas a partir de la información que se dispone de
la lucha callejera y la práctica social concreta tal como fue visualizada en
los medios de comunicación social, (y como yo mismo la viví en las
oportunidades que tuve de participar), el discurso de sus dirigentes, en
especial el recogido en Internet, y el marco teórico configurado por la
información digitalizada que hoy disponemos
en torno a los conceptos imaginario colectivo y paradigma como
categorías de formación de conocimiento.
Posicionado en este
marco de análisis visualizo cuatro elementos fundacionales del imaginario
colectivo del conglomerado social al que hago referencia, los que serán
profundizados a lo largo del estudio: la “demonización” del lucro, la
renacionalización del cobre, el descrédito de la llamada “clase política”, y la
aspiración a configurar un nuevo poder político constituyente.
¿Cuánto hay de mito y
cuanto de realidad en ellos?
1.- “UN FANTASMA RECORRE EL MUNDO”
Hace casi veinte
años, tras el colapso de la Unión Soviética y el derrumbe de los
socialismos reales en la Europa
Oriental, el politólogo norteamericano Francis Fukuyama conjeturó que
“podríamos estar presenciando no sólo el fin de la guerra fría, o el paso de un
determinado período de la historia de la posguerra, sino el fin de la historia
como tal”.
Dos décadas después
de la publicación de “The End of History and the Last Man” la tesis de Fukuyama parece haber caído en el peor de los descréditos.
En un período
relativamente corto de tiempo el mundo fue testigo de un conjunto de episodios
que traumaron su precaria armonía. Las revoluciones tunecina y egipcia, la
primavera árabe. La crisis financiera de Grecia y la amenaza (cada vez más
manifiesta) de proyectarse a la ruptura de la misma eurozona. La segunda ola de
la crisis financiera global. El regreso “con venganza” de la crítica sistémica
del capitalismo. El rotundo grito escuchado a nivel mundial en favor de
la democracia real. Las dramáticas manifestaciones contra la austeridad, la
desigualdad y el neoliberalismo en España, Grecia, e Israel. La lucha callejera
de los estudiantes en Santiago de Chile, Valparaíso y Bogotá. Los disturbios en
Atenas, Madrid, Londres y Roma. La ocupación de Wall Street y la propagación
del movimiento a lo largo de los EE.UU. Las protestas
masivas
de millones de personas en 1000 ciudades y 80 países el 15 de octubre del 2011.
La trágica muerte de Muammar Gaddafi, incluida. Son algunos de los episodio que
llevan al investigador social Jerome
Roos a catalogar el año 2011 como el que “marca el fin del fin de la historia”
(“October 26,2011 http://roarmag.org)
Todo esto apunta por
cierto en una dirección de verdad simple e inequívoca que no es la pronosticada
por Fukuyama. “Más allá del horizonte plano (que representa) la democracia
liberal y del capitalismo global, los acontecimientos de este año no sólo han
abierto un nuevo capítulo en la saga del desarrollo de la humanidad, sino que
han sentado las bases mismas de una interminable procesión de los capítulos más
allá de esto. Lo que se está destrozando no es tanto el sistema democrático
capitalista como tal, sino más bien la creencia de que este sistema es la única
manera de organizar la vida social en la eterna búsqueda de la libertad, la
igualdad y la felicidad” (Jerome Ross, http:// roarmag.org)
Entonces resulta que
la historia, como reza el refrán popular, “no estaba muerta…… andaba de parranda”.
Los levantamientos,
revueltas y luchas populares son protagonizados por los hijos del
neoliberalismo que se rebelan contra su marginación de los frutos del
desarrollo y reclaman la defensa de sus derechos.
Es el fantasma de los
indignados. Acampan en las Plazas de Madrid, llaman a “ocupar Wall Street”, se
toman las calles en Santiago, Bogotá o Valparaíso
En Chile el centro de
la revuelta está en el derecho a la educación y sus protagonistas son muchachos
que configuran una generación que, como
tal, modela un nuevo perfil.
Es una generación
que, aunque tiene semejanzas con aquella que en los años sesenta vivió en Chile
la reforma universitaria, en París el Mayo francés, en Woodstock la fiesta más
grande del siglo, o en Praga una fugaz
primavera; también se fragua en la
rebeldía frente a un mundo que, como el de aquellos años, parece “cambiar de
folio”.
El detonante del
cambio de folio en aquella época fue la guerra fría, el de hoy es el cambio de
la lógica del ensamblaje industrial por la lógica del hipervínculo.
Una lógica que al
golpe de un clic, despliega frente al escritorio el laberinto de las
injusticias, masifica las comunicaciones y teje las redes sociales.
Entonces se devela
que la crisis de la educación, es también la crisis medioambiental, energética,
de salud, de empleo o salarios, que deja a su paso un sistema económico que
expande el virus del lucro al conjunto de la economía y la privatización a
todas las esferas de la acción del Estado con excepción de la Defensa.
2.- DE LAS CALLES DE SANTIAGO DE CHILE A LAS PUERTAS DE
WALL STREET.
Durante el segundo
semestre del 2011 la revuelta tuvo dos escenarios especialmente significativos.
Las calles de Santiago, capital del país donde con posterioridad al golpe de
Estado de 1973 los “Chicago boys” encontraron el terreno fértil para instalar
su laboratorio y ensayar un modelo de capitalismo fundado en el rol estratégico
de la banca y el capital financiero, (que posteriormente intentaron proyectar
al mundo en un proceso que denominaron “globalización”), y Nueva York, la
ciudad que acoge nada menos que a Wall Street, o sea, el “corazón” del sistema.
Antes de caer en el
descrédito, la implementación del modelo provocó nichos temporales y
sectoriales de auge económico que llevó a sus mentores a ensalzar desde Chicago
su criatura, catalogando el fenómeno con el pomposo nombre de “milagro
chileno”.
En Chile los que
tuvieron a su cargo la aplicación práctica del modelo debieron lidiar con los
efectos sociales que estaba llamado a provocar, incapacidad de integrar a
importantes sectores a la economía y la sociedad, empobrecimiento de los
marginados y aumento de la brecha estructural entre ricos y pobres con el
consecuente empobrecimiento de los sectores medios, que, producto de la
economía del bienestar y el rol protector del Estado habían alcanzado una
importante dimensión en Chile respecto del contexto latinoamericano.
Primero los “monjes
del neoliberalismo” aplicaron sus recetas protegiéndose detrás de las metralletas y apelaron a la represión y violación de los
derechos humanos fundamentales. “Pinochet
facilitó el proceso de ajuste con sus propios tratamientos de choque,
llevados a cabo por las múltiples unidades de tortura del régimen, y demás
técnicas de control infligidas en los cuerpos estremecidos de los que se creía
iban a obstaculizar el camino de la transformación capitalista” (Nahomi Klein
“La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre” http://alvaroaltamirano.files.wordpress.com).
Sus continuadores
después apelaron a la ideología y embriagaron a un pueblo aún en estado de
somnolencia, sacando de su “sombrero de ilusionista” la “paloma” de la
educación, y señalaron que con ella llegaba la anhelada apropiación de la riqueza
que cada individuo se merece. “Nicolás Eyzaguirre, (Ministro de Hacienda
durante el gobierno de Ricardo Lagos) afirmó que para lograr una mejor
distribución de los ingresos en el país era necesario cambiar el contrato
social, partiendo de la base de mejores niveles de educación,” www.emol.com
“Economía y equidad, Cómo mejorar la distribución del ingreso”. Informando para
el diario “La Nación” sobre la participación del Ministro de Hacienda en la
reunión anual de empresarios del año 2004 María Olivia Monckeberg escribe: “En
la ENADE el ministro Nicolás Eyzaguirre descartó de plano las conocidas como
“recetas históricas de la izquierda” de distribuir activos: “Esto no tiene que
ver con jaquear los derechos de propiedad que deben ser respetados en todo momento”,
Tampoco se inclinó por aumentar las remuneraciones: “No renegamos de la
política de ingresos, pero no vamos a mejorar con salariazos ni pensionazos”.
·”Y reafirmó que la fórmula salvadora vendrá por el lado de la educación”
(www.rie.cl).
Sobredimensionaron
con ello el relativo rol de la educación como impulsora de movilidad social,
elevándola al estatus de “llave maestra” de la distribución equitativa del
ingreso.
El sesgo
preferentemente ideológico de la premisa no fue obstáculo para que fuera acogida
y se incorporara al imaginario colectivo del conjunto de la sociedad.
(Contribuyeron a ello por cierto también otros fenómenos de carácter cultural,
económico y político que no cabe aquí profundizar).
Se creó con ello una
demanda por educación que fue respaldada por un sistema financiero ágil y
“desregularizado” como el modelo lo
exige, la que fue absorbida por una oferta
expresada en establecimientos que surgieron como callampas respaldados
también por el mismo sistema financiero.
Para los banqueros y
dueños de establecimientos educativos fue un negocio redondo.
Al tiempo aparecieron
las consecuencias. Primero se develaron algunas experiencias marcadas con el
sello de la mediocridad, otras catalogadas derechamente como estafas, después
aparecieron los profesionales cesantes, y finalmente se puso de manifiesto el
sobreendeudamiento que había provocado el crédito abusivo.
Como tenía que
suceder el sistema hizo crisis y los afectados se levantaron tomándose las
calles.
3.- LA “DEMONIZACIÓN” DEL LUCRO EN EL IMAGINARIO
COLECTIVO.
A 6 meses del
estallido del conflicto Chile no era el mismo. Quizás el elemento más
significativo que modificó el escenario político sea la incorporación de la
“demonización” del lucro en el imaginario colectivo del conglomerado social
movilizado. Fenómeno que raudamente se proyectó al conjunto de de la sociedad
producto de la cobertura mediática que,
tanto las escaramuzas del
movimiento, como el discurso de sus dirigentes alcanzó en un corto período de
tiempo.
Los grandes cambios
sociales ocurren primero en la cabeza de las personas.
“Estudia, trabaja,
gana plata y pásalo bien” fue la consigna que instaló en el inconciente
colectivo la dictadura.
La consigna no sólo
perneó la cabeza de los jóvenes. Incluso la profesora que al momento de
jubilar, hacia la mitad del siglo pasado, usaba la indemnización para comprar
una casa en la playa o en el campo, para disfrutarla el resto de su vida y
dejársela a sus hijos al momento de morir;
con posterioridad a año 1973 dejó de hacerlo, para depositarla en los
Fondos Mutuos a tasas reajustables en Unidades de Fomento, o, algo menos
complicado como asociarse con su nieto recién titulado de médico para instalar
una consulta privada.
Eso fue lo que hizo
posible que la seguridad social, la salud o la educación dejaran de ser un
derecho para transformarse en una mercancía o “bien de consumo” transado en el
mercado como lo ha señalado el propio Sebastián Piñera.
Eso es lo que hoy se
ha caído.
Con ello la sociedad
está preparada para comprender e internalizar el hecho que puede organizarse
para garantizar el acceso a la satisfacción de los derechos y necesidades
básicas de sus miembros.
Con ello también
están hoy más maduras que ayer las condiciones para desplegar las banderas
tradicionales de la izquierda y el progresismo asociadas a la justicia social
fundada en la solidaridad y la acción del Estado.
El remozamiento de la
vieja idea del Estado Docente defendido por los gobiernos radicales en la
primera mitad del siglo anterior única forma de garantizar la anhelada
educación gratis de calidad, instalada también en inconciente colectivo de los
movilizados y el conjunto de la sociedad después, es sólo la otra cara de la
medalla del fin al lucro.
“……entendemos que el Estado como institución
que vela por el bien, la democracia, libertad y justicia social, es el que debe
proveer de una educación pública, que cubra todas las regiones y niveles de
enseñanza, que eduque a todos los segmentos socioeconómicos sin discriminación,
que sea pluralista y asegure libertades mínimas para la formación de seres
humanos preparados para el ejercicio democrático, tolerantes, críticos y
responsables socialmente” (20 de diciembre de 2011 Discurso
Cambio de Mando FECh 2011-2012 http://camilavallejodowling.blogspot.com)
“La Recuperación de
la Educación Pública es la piedra angular de las demandas estudiantiles.(…..)
Además, recuperar la educación pública se manifiesta en tener como horizonte
una educación estatal gratuita, al ser el Estado el primer responsable en
asegurar la educación como un derecho y que, en nuestro país, existen riquezas
que pueden financiarla. Lamentablemente dichos recursos se encuentran en manos
de privados y transnacionales, que acumulan suculentas ganancias en desmedro de
los derechos del pueblo. Para esto se hace necesario, a su vez, realizar en
Chile una reforma tributaria, que permita al Estado financiar de manera óptima
los derechos que debe garantizar como lo son, por ejemplo, la salud y la
educación”.(“Demandas de los estudiantes agrupados en la CONFECH”
http://fech.cl)
4.- LA RENACIONALIZACIÓN DEL COBRE.
“Nadie podría negar que
un pueblo culto es menos vulnerable a la dominación y al sometimiento, sin
embargo, esa democratización y acceso a la cultura no se obtienen de manera
gratuita por parte de los dominados, por el contrario, se arranca con
convicción y energía de la mesa del festín de los poderosos” (20 de diciembre
de 2011 Discurso
Cambio de Mando FECh 2011-2012 http://camilavallejoowling.blogspot.com)
La bandera de la
renacionalización del cobre aunque fue levantada por los liderazgos más lúcidos
del movimiento, no fue mantenida en alto y sostenida como las circunstancias lo
requerían, su débil defensa y prematuro abandono impidió que se incorporara
plenamente como idea fuerza al imaginario colectivo de los movilizados y mucho
menos se proyectara al conjunto de la sociedad.
(Sólo la bancada de
parlamentarios comunistas, Guillermo Teillier, Lautaro Carmona y Hugo Gutiérrez
junto con los diputados Juan Luis Castro (PS), Marcos Espinosa (PRSD), Sergio
Aguiló (Independiente), Rodrigo González (PPD), Fernando Meza (PRSD) y Clemira
Pacheco (PS) presentaron, durante el período de desarrollo del conflicto, un
proyecto que contiene una moción de renacionalización del cobre en el marco de
las movilizaciones de los trabajadores de Codelco y los 40 años de la
nacionalización del recurso mineral, ver “Compilado Documentos de Interés
Movilizaciones 2011” en www.fech.cl)
No es la primera vez
que los ingresos del cobre son interpelados en su calidad de “viga maestra”,
para abordar la solución de los “temas país” surgidos en la historia reciente.
El propio apelativo
de “viga maestra” fue usado por primera vez por Salvador Allende durante el
Gobierno de la Unidad Popular, elevando con ello a la empresa creada después de
la nacionalización de los yacimientos para administrar su explotación y las
propias empresas extractivas a su calidad de eje del Área Social de la
Economía, considerada a su vez como fuente de generación de los recursos
requeridos para provocar los cambios que harían posible el levantamiento de las
trabas que explicaban el agotamiento estructural del crecimiento y el efecto
pobreza que el propio estancamiento económico provocaba.
Durante la dictadura
militar las prioridades cambiaron y el 10 por ciento de los ingresos generados
por las empresas del cobre en poder del Estado canalizados por ley a la compra
de armas garantizó su cobertura, permitió separar el gasto militar del efecto
de las crisis, y de paso, contribuyó
también a contener las presiones de los sectores interesados en su
privatización.
Los enclaves
antidemocráticos impidieron que esa ley fuera derogada durante los 20 años que
permaneció la Concertación el poder. No obstante ello, el efecto precio que
provocó el ingreso de China y otros gigantes asiáticos al mercado mundial
permitió que el gobierno liderado por
Michel Bachelet dispusiera de los recursos requeridos para financiar uno de sus
ejes programáticos, una agresiva batería de medidas de protección social que
neutralizaba en parte el impacto provocado por la incapacidad de aplacar el
negativo efecto redistributivo que arrojaba la aplicación del modelo neoliberal
de desarrollo
La justificación tenida
en cuenta para realizar aquello era tan evidente, y de una simpleza tan
manifiesta, que ni siquiera necesitó explicitarse en un discurso demasiado
elaborado para lograr un apoyo generalizado: si el cobre pertenece a todos los
chilenos, puesto que el envejecimiento es un elemento constitutivo de la propia
naturaleza humana, es justo y coherente que los frutos de su explotación sean
utilizados para financiar, por ejemplo, una reforma previsional que garantice
el acceso a una pensión digna de todos los chilenos.
La simpleza de tal
argumentación y el plus que provocaba su utilización en una época reciente
abría un inmenso forado para incorporarlo al debate sobre la obtención de los
recursos que garanticen también la gratuidad de la educación a todos los chilenos.
Ello considerando que
todos los yacimientos que iniciaron su explotación con posterioridad a 1973
fueron entregados en concesión a empresas extranjeras, las que hoy se
benefician de sobremanera, no sólo por
el mencionado efecto precio de los años recientes, sino por un estatuto de la
inversión extranjera decretado durante la dictadura militar que les otorga
groseros beneficios en materia de impuestos y las obliga a cancelar diminutos
royalties en comparación con sus pares operando en otros países.
Los liderazgos
políticos tanto del movimiento
estudiantil como de la oposición al Gobierno, en materia de la obtención de los
recursos que garantizaran el financiamiento de una educación gratis y de
calidad, apuntaron los dardos hacia la aplicación de una reforma tributaria que
aumente preferentemente el tributo que deben pagar las grandes empresas.
El Gobierno, por su
parte, al congelar las alternativas de
solución del conflicto y apostar a su agotamiento, fue capaz de postergar las
respuestas hasta el período que debe discutirse en el Congreso el presupuesto
de la nación para el año siguiente. Ello obligó a todos los actores
involucrados en la solución del conflicto a centrar en este espacio el debate y
en él se encuadraron las tibias
respuestas que finalmente lograron materializarse.
La arista positiva de
este magro desenlace fue el convencimiento de todos los sectores involucrados
en la solución del conflicto, incluido el propio Gobierno, que las respuestas
que apuntaban al fondo de las demandas levantadas quedaban pendientes.
Como la justeza de
las demandas postergadas era reconocida según encuestas por el 80% de la
población, los representantes del oficialismo dejaron abierta la posibilidad de
rediscutir posteriormente su financiamiento en el marco de una reforma
tributaria.
Antes iniciar el
debate sugerido, no obstante, se levantaron voces de los sectores más duros de
la derecha repitiendo los mismos argumentos tomados en cuenta por la dictadura
para entronizar la actual estructura tributaria, y repetidos cada vez que se
intentó modificarla sustantivamente. El mas importante es el rol que juegan los
tributos en el funcionamiento de la economía en el contexto del modelo
neoliberal, en especial el supuesto rol asociado al efecto empleo.
Dicho en otras palabras,
el debate en torno al financiamiento de una reforma educativa de verdad vía
reforma tributaria se juega en el plano del paradigma neoliberal.
El convencimiento del
conglomerado social involucrado al
conflicto y la sociedad en general sobre la viabilidad de un financiamiento de
una reforma educacional de verdad vía renacionalización del cobre, en cambio,
se juega en el plano del imaginario colectivo.
De hecho, el propio
modelo fue implementado sin tocar “un pelo” la estructura de propiedad de la
industria del cobre dejada como herencia por el Gobierno de la Unidad Popular.
La estatización de
las empresas privadas que explotan la extracción del cobre hoy en Chile, por el
rol que el propio cobre juega en el funcionamiento la economía, no provocaría
alteraciones traumáticas que afecten tal funcionamiento en una dirección
negativa sino más bien efectos de
carácter positivo. No es el caso de eventuales cambios sustantivos que
modifiquen la estructura tributaria.
Consultado el
presidente de la FECH Gabriel Boric (sucesor de Camila Vallejo sobre la agenda
programática de su administración en la dirección de la organización
estudiantil, en el programa de debate político “tolerancia cero”, señaló como
primera prioridad “la instalación de un
equipo técnico dedicado en exclusividad al estudio de la reforma
tributaria cuyo debate se avecina”. Ello comprueba por un lado el
convencimiento de los propios líderes estudiantiles sobre “hacia donde irá la
micro” en el futuro inmediato el debate en materia de financiamiento, y por el
otro, reconocer que en materia de financiamiento la batalla no se librará en
las calles sino en el plano paradigmático, donde las armas serán empuñadas
preferentemente por lo técnicos.
Ello si los líderes
políticamente más lúcidos del movimiento no dicen otra cosa, y apuntan las
armas en la dirección, a mi juicio, correcta, o sea, instalar en la cabeza de
los movilizados que, puesto que tuvieron la suerte de nacer en un país con el
subsuelo cargado de cobre, los frutos de su explotación deben utilizarse para
financiar la educación gratis y de calidad que el país demanda para sus hijos.
5.- DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO CUANDO HABLAMOS DE IMAGINARIO
COLECTIVO.
Si bien no existe una
definición consensuada del concepto imaginario colectivo entre otros
motivos porque se trata de una categoría de análisis aún en construcción,
actualmente el término es utilizado con frecuencia no solo por los estudiosos
de las disciplinas sociales sino por
figuras públicas como políticos, cientistas sociales, artistas,
editorialistas, periodistas. etc.
Valga entonces el
esfuerzo por desarrollar algunas referencias al respecto.
Uso el concepto
“imaginario colectivo” para hacer referencia al conjunto de imágenes que como
conglomerado social las personas que lo integran han interiorizado y en base a
las cuales miran, clasifican y ordenan su entorno, piensan y orientan sus
conductas.
Estas
representaciones interiores instaladas en el inconciente de las personas que
configuran tal o cual conglomerado social son tan importantes que,
prácticamente modelan sus comportamientos y regulan su vida.
Todos esperamos que
las relaciones humanas se ajusten a nuestras imágenes mentales, por ejemplo: la
nación, la familia, la amistad, el noviazgo, el matrimonio, la pareja; incluso
el mundo natural es visto bajo estos parámetros: la primavera, el horizonte, el
agua que necesitamos para beber o el aire que necesitamos para respirar, en
suma todo nuestro entorno.
Cuando nuestro
entorno responde a este imaginario nos sentimos tranquilos y actuamos sumisos y
contentos, pero si la realidad se sale de estos cauces (lo que suele ocurrir) se genera la
incertidumbre y en algunas circunstancias la angustia aparece en escena,
entonces las imágenes obsoletas deben ser reemplazadas por otras imágenes.
De esta forma el
“imaginario colectivo” no surge de la nada sino que se trata de una
construcción social en la que intervienen los diferentes grupos de la sociedad
y concurren a ella todos los sectores que la conforman.
Regularmente quienes
disponen de mayores recursos, humanos, económicos, artísticos, mediáticos, para
hacer "pesar" logran imponer su “imagen” por sobre las provenientes
de grupos más numerosos pero menos empoderados, ejerciendo su rol hegemónico.
Sin embargo puede
ocurrir que en ocasiones como la
modelada por la revuelta estudiantil que analizamos, que un conglomerado social
específico encuentre incomprensibles los parámetros conductuales que orientan
su vida y eran hasta ahora, socialmente
aceptados (la obtención de lucro en la prestación del servicio educativo, por
ejemplo).
Al rebelarse contra
ellos y reemplazarlos por nuevas ideas (educación gratuita) se percatan que su
materialización entra en conflicto con el sistema de intereses imperantes y
sólo pueden materializarse proyectando y transparentando el conflicto al plano
social y político logrando con ello catapultar en conflicto al conjunto de la
sociedad.
Una de las funciones
(aunque no la más importante) que el imaginario social tiene dentro de la
sociedad y como afecta a la misma, dice relación con la consecución del primer
paso para el logro del cambio paradigmático
Los paradigmas, por
su parte son un conjunto de conocimientos y creencias que configuran una teoría
hegemónica en determinado periodo histórico (las que en su conjunto a su vez
configuran una cosmovisión). Cada paradigma se instaura tras una revolución del
conocimiento, el que aporta respuestas a los enigmas que no podían resolverse
en el paradigma anterior.
Los paradigmas
cumplen una doble función, por un lado, determinar las direcciones y el
escenario en que ha de desenvolverse la ciencia oficial, por medio de la
entrega de respuestas a las preguntas por resolver dentro del contexto de las
teorías aceptadas. Por otro lado el paradigma establece los límites al interior
de los cuales ha de considerarse “lo científicamente correcto” durante el tiempo que dura su hegemonía.
“Cada paradigma delimita el campo de los
problemas que pueden plantearse, con tal fuerza que aquellos que caen fuera del
campo de aplicación del paradigma ni siquiera se advierten”. Thomas Khun,
citado en “Paradigma. Modos de Producción del Conocimiento. Imaginario Social”
www.monografias.com
El cambio de
paradigma es una actividad que se desenvuelve en el campo de la ciencia pues
cada paradigma está constituido por supuestos teóricos, leyes y técnicas de
aplicación adoptadas por los técnicos legitimados al interior de la comunidad.
Los que trabajan
dentro de un paradigma, ponen en práctica la ciencia normal. Es probable que al
trabajar en ella, desarrollen el paradigma en su intento por explicar el
comportamiento de aspectos del mundo, y resuelvan sus dificultades. Si estas
dificultades se hacen inmanejables, se desarrollará un estado de crisis. Ésta
se resolverán con el surgimiento de un paradigma completamente nuevo, el cual
cobrará cada vez mayor adhesión o aceptación por parte de la comunidad
científica, hasta que finalmente se abandone el paradigma original. Este cambio
no es continuo, sino por el contrario es discontinuo y constituye una revolución
científica. El nuevo paradigma enmarcará y hegemonizara la amalgama de
conocimientos científicos socialmente aceptados, hasta que choque con
dificultades y se produzca una nueva crisis y una nueva revolución y por lo
tanto el surgimiento de un nuevo paradigma (www.monografias.com)
6.- EL DESCRÉDITO DE LOS LIDERAZGOS POLÍTICOS Y LA CRISIS
DE REPRESENTATIVIDAD.
El conflicto que es objeto de análisis en
estas notas se ha desarrollado en un escenario caracterizado por la falta de
representatividad de los liderazgos políticos, a cuya configuración el propio
conflicto ha contribuido. “La clase política no representa a nadie”. Es el
comentario obligado con que reaccionan los periodistas cada vez que les
corresponde informar los resultados de la última encuesta política.
“Porque si miramos
con atención, nos encontramos con un fenómeno paradójico que da cuenta de las
transformaciones que está viviendo nuestro país, que es que en nuestra
sociedad, tanto los personajes políticos clásicos, como sus partidos, y además
las instituciones, se encuentran hoy en una profunda crisis de prestigio. Sin
embargo, a la par que desconfiamos de los elementos tradicionales de la vida
política de nuestro país, hemos vuelto a salir a la calle, hemos vuelto a
organizarnos, hemos vuelto a creer en la acción colectiva como forma de
transformar la realidad. Ya no somos indiferentes” (Gabriel Boric, presidente
de la Fech 2011 -2012 www.creandoizquierda.cl).
La condición
fundamental de una crisis de representación es que una parte importante de la
sociedad no se siente representada por las organizaciones políticas existentes.
Se constata con ello
una suerte de agotamiento de la agenda neoliberal que sólo garantiza el
principio de responsabilidad fiscal como precondición del crecimiento en el
contexto del modelo, condicionando el reparto de la riqueza generada al efecto
“chorreo”.
Los amplios grupos
sociales que el paradigma neoliberal es
incapaz de incluir continúan sin
percibir un cauce para incorporarse a la economía, Por otro lado se consolida
la falta de canales reales de participación en un sistema político que contiene
la exclusión en su ADN. Ambos parámetros sustentan la crisis de representación;
y las autoridades de gobierno no
encuentran una vía para satisfacer las demandas de sectores sociales cada vez
más inclusivos.
Las ofertas políticas
que abren cauces para que estos
sectores se sientan representados, dejan de ser creíbles y el escepticismo se
expande afectando a todas las instituciones políticas que el sistema tolera.
Instaladas estas
imágenes en el imaginario colectivo de un conglomerado y proyectadas al
conjunto de la sociedad despiertan en ellos un hambre de participación y en los
actores más politizados los apetitos por acceder a nichos de poder que
aparentemente se visualizan “al alcance de la mano”.
La voluntad de
aquello de trasparenta en los discursos de los dirigentes políticamente más
lúcidos: “No cabe duda que a estas alturas del año, cuando ya es compartido que
el movimiento logra dar el salto cualitativo desde la demanda
gremial-corporativa a una demanda estructural y de carácter político, las
mayorías que salen a las calles ya no son sólo mayorías endeudadas, sino que
son mayorías guiadas por la más profunda necesidad de contraponer a la avaricia
y la soberbia del sistema, la dignidad de los seres humanos y la recuperación
de sus derechos” (20 de diciembre de 2011 Discurso
Cambio de Mando FECh 2011-2012 http://camilavallejodowling.blogspot.com)
“El movimiento tiene condiciones para pasar de
la crítica al modelo y del accionar testimonial y contestatario, a la
construcción estratégica y a la acción política efectiva, construyendo mayorías
y dotando de viabilidad las propuestas, tensionando el aparato institucional
desde dentro y fuera, aprovechado cada grieta o error de este cuidado andamiaje
de contención social para derribar todo lo que deba ser trasformado”” (“ALGUNOS
ALCANCES SOBRE ESTE MOVIMIENTO Y SU CONTINUIDAD 5 de Diciembre de 2011 http://camilavallejodowling.blogspot.com)
El propio escenario
político se torna permeable al protagonismo de opciones inéditas o remozadas
incluyendo las asociadas al caudillismo o el populismo. O una mezcla con
matices de todas ellas, o sea, una verdadera “caja de pandora”.
7.- UN “ALBA” CON LUCES AÚN TENUES.
Un escenario parecido
al bosquejado en el acápite anterior en el ámbito latinoamericano permitió la
presencia de gobiernos identificados con una izquierda progresista que se ha
atrevido a enfrentar el modelo neoliberal intentando construir en sus
respectivos países, a su manera, ese
“socialismo con vino tinto y empanada” que hace 40 años aspiraba el Gobierno
Popular en Chile.
En la primera entrevista
al nuevo presidente de la FECH Gabriel Boric a la que ya hemos hecho referencia
anteriormente un periodista hace una pregunta sugerente: “La militancia
política de Camila Vallejo revelaba el
modelo de sociedad a la que ella aspira, pero usted, en su calidad de
reemplazante en el cargo de mayor responsabilidad en la organización, ubicado a
la izquierda del P.C.¿a qué modelo de sociedad aspira? (........) no contento
con la respuesta plagada de contenidos evasivos según el entrevistador, éste
vuelve a la carga interpelando al entrevistado con una pregunta más directa: Es
conocido que Ud. permaneció varios meses este año en Venezuela invitado por el
Gobierno de Chávez. ¿Qué opinión le merece ese Gobierno?
Puesto en tal
situación el flamante presidente de la FECH recientemente elegido desplegó una
caracterización que no varía mucho de la declarada por el progresismo que no
reconoce militancia en los partidos tradicionales de izquierda, resumido en una
sincera simpatía pero tomando una respetable distancia.
Esta falta de
compromiso tal vez se explique por el hecho que el éxito que tendrá o no tendrá
“el Alba” en su intento de superar la noche neoliberal está todavía por verse.
Lo más rescatable
parece ser el alejamiento de los dogmatismos estrechos de un socialismo que
cayó con el muro de Berlín y está todavía por reinventarse, y como todavía no
se inventa es permeable a la imaginación y creatividad de los que se
atreven.
“Se trata de una
renovación del pensamiento de izquierda. Las concepciones de las revoluciones
que nosotros defendíamos en los 70 y 80, en la práctica, no han ocurrido.
Entonces, el pensamiento de izquierda ha tenido que abrirse a las nuevas
realidades y buscar nuevas interpretaciones. Ha tenido que haber más
flexibilidad para entender que los procesos revolucionarios, por ejemplo,
pueden empezar con simplemente llegar al gobierno” (Marta Harnecker Revista
Segovia http://sandino.typepad.com)
En distintos países
con distintos matices no siempre “el Alba” ha sido iluminada con las luces de
la aurora, siendo en algunos casos más bien
oscurecida con los nubarrones
que forman parte de los vicios de una
tradición progresista tantas veces criticada, y expresada por ejemplo en
caudillismos, subvaloración de la diversidad y la democracia; y lo más
trascendente, la rendición frente a los falsos beneficios cortoplacistas de un
populismo espurio.
De todas maneras el
balance es más bien promisorio siendo rescatable entre otras cosas el esfuerzo
por hacer en cada país una experiencia única, siguiendo cada país un camino
propio.
Dicho de otra forma,
partir del imaginario colectivo, o sea, de los cambios que cada país requiere
tal como los percibe el pueblo, despreciando los dogmas asociados al paradigma
socialista, al que fracasó y al que aún no se inventa.
¿Es posible replicar
hoy en el país ese “otro Chile”, inspirado en “el Alba” o tal vez en ese
socialismo con “vino tinto y empanada” que en su tiempo encantó a las mayorías?
8.- EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE LA LÍDER MÁS EMBLEMÁTICA
DEL MOVIMIENTO.
El desprecio en el
imaginario colectivo de los movilizados respecto de la llamada “clase
política”, la inclusión en el ella del partido comunista y el rol protagónico
que éste jugó en los exiguos logros alcanzados en el debate parlamentario en
torno al presupuesto, le pasó la cuenta a su representante en la elección de la
FECH pese a ser, lejos, la imagen más emblemática del movimiento, reconocida no
sólo en Chile sino en el contexto latinoamericano y mundial.
Los estudiantes
optaron mayoritariamente por sacrificar el gigantesco liderazgo por ella
representado y reemplazarlo por otro que, aunque desconocido transparentaba una
suerte de descontaminación de la “clase política”
En este contexto si
bien el PC sacrificó su líder más emblemática y con mayor proyección en el
largo plazo, ganó una suerte de legitimación como parte de una alianza
opositora en construcción. Puesto en tal disyuntiva, por otro lado, no tenía
alternativa.
Ante tal situación la
propia Camila, en su discurso de trasmisión del mando alerta sobre algo que en
el marco del análisis político resulta obvio, casi de sentido común.
Si se desprecia a
cualquier precio una incorporación al juego político y se rechaza la mano
tendida por quienes controlan al menos una fracción del poder ¿qué posibilidad
hay de aspirar conseguir éxito en las demandas levantadas tenida cuenta el tremendo
poder con que cuenta el ejecutivo en el régimen presidencial vigente y la
negativa del propio presidente a considerar siquiera discutirlas?
En otras palabras, si
la solución de los problemas se juega en el plano político sería demencial el
renunciar a incorporarse a él no obstante el descrédito en que sus
protagonistas han caído.
“…….no entendemos
como aceptable la renuncia a la disputa de espacios de representación dentro de
la institucionalidad política, no podemos negarnos a subvertir la correlación
de fuerzas al interior de esta espuria institucionalidad burguesa, muy por el
contrario, ello debe constituirse en uno de los pasos fundamentales que este
movimiento logre dar, no el único, pero sin lugar a dudas debemos trasladar la
mayoría de las calles al interior del Parlamento y el aparato del Estado, y que
vuelvan a ser los trabajadores, pobladores y estudiantes quienes manejen las
riendas de su propio futuro, participando, sin otros intermediarios, en la
elaboración de las leyes y normas que nos devuelvan nuestros derechos”. (20 de
diciembre de 2011 Discurso
Cambio de Mando FECh 2011-2012 http://camilavallejodowling.blogspot.com)
El discurso de la
propia Camila en la pieza oratoria a que hacemos referencia alude repetidamente
al tema desde varios ángulos y puntos de vista, algunos de los cuales, por su
significación en el tema aquí analizado se reproducen a continuación:
“Este año, también ha
quedado demostrado que con un Gobierno de derecha los avances sociales a favor
del pueblo son un imposible, el sistema político presidencialista logra que el
ejecutivo tenga la sartén por el mango y puedan hacer y deshacer según como le
venga en gana”.
“Por otra parte, las
consecuencias del binominalismo (elección de sólo dos candidatos por distritos
o circunscripción) se hacen sentir con fuerza en el Parlamento, configurando
mayorías opuestas a la ciudadanía y dejando un margen de acción muy estrecho
para fuerzas sociales y políticas contrarias al dictamen de los poderosos”.
“Alterar este orden,
también es una tarea pendiente de nuestro movimiento, ya que las consecuencias
de ello se harán sentir con fuerza en proyectos de ley que ya están siendo
tramitados en el Parlamento, (…..) los cuales de no mediar una acción política
y social poderosa y eficaz por nuestra parte, serán arreglados al gusto de unos
pocos y para el desmedro de millones, tal como se han venido haciendo las cosas
en nuestro país a lo largo de estos últimos treinta años”.
“Y he aquí un punto
de maduración importante que hemos adquirido con este movimiento: nuestro
principal problema no es de recursos, es de democracia. La reproducción del
poder político sobre sí mismo con independencia de la inclusión y participación
de las grandes mayorías ciudadanas ha hecho a nuestra democracia perder valor y
a nuestros ciudadanos perder interés por ella. Lo que ayer fue un profundo
anhelo de generaciones enteras que entregaron su vida por obtenerla, hoy es
solo un mal recuerdo por el que no vale la pena ni siquiera interesarse”.
“La clase política
contra la cual algunos creen luchar, no es más que el reflejo del ordenamiento
del poder existente en nuestra sociedad, para nosotros no existe “la clase
política”, existen las clases sociales, donde se inscriben dominados y
dominadores, explotadores y explotados. No podemos seguir aceptando el uso de
un concepto vago y poco definido, que viene por sobre todo a atenuar y
confundir el centro de las preocupaciones que como pueblo debemos tener para
superar el actual esquema de dominación existente en nuestro país”.
“Es a esos sectores a
los que hay que desplazar de la toma de decisiones, a quienes gozan de la
acumulación de capital, sumado a la acumulación de poder político, el comunicacional
y cultural. A los que hoy toman decisiones por nosotros y no nos permiten
participar directamente en la construcción de nuestro propio futuro. Ellos son
la geometría del poder que se constituye como la gran mordaza a los avances del
pueblo chileno en materia de derechos y reivindicaciones y es contra sus
privilegios por lo que luchamos” (20 de diciembre de 2011 Discurso
Cambio de Mando FECh 2011-2012 http://camilavallejodowling.blogspot.com)
Una lectura “transversal”
de las citas que he reproducido aquí y del discurso del que fueron extraídas
describe la encrucijada por la cual transita el año 2012 en su dimensión
política, el movimiento: la vertiente que privilegia la incorporación al
sistema y la rupturista.
¿Cómo se
compatibiliza una acción que apunta en direcciones disímiles?
9.- REFORMA CONSTITUCIONAL A CONCHO O EL SÍNDROME DE
ESPARTACO.
La vertiente de
acción del movimiento estudiantil identificada como rupturista está asociada
por cierto a una reforma constitucional a concho configurada por la creación de
un nuevo poder político constituyente. Como antecedente que avala la viabilidad
de esta opción sus partidarios aluden, en documentos más elaborados, a la
experiencia al respecto de algunos países del Alba en la Región como Venezuela
y Bolivia.
“……al final del día
sólo es posible comprender la Constitución de 1980 en un contexto autoritario
¿Cómo enfrentarnos a esta cerrazón institucional? Sin duda alguna el movimiento
social en Chile debe avanzar hacia un nuevo proceso constituyente, y
afortunadamente son cada vez más las voces que lo plantean. El cómo abordar
este desafío es una tarea pendiente para todos nosotros. Por ahora, de las
pocas certezas que tenemos es que los diferentes movimientos sociales deben
trabajar en la recomposición del tejido social en nuestro país, y avanzar hacia
una articulación conjunta que nos permita dar el salto desde las luchas
sectoriales a las luchas propiamente políticas. Pondremos todo nuestro esfuerzo
en avanzar en esa dirección” (Gabriel Boric
www.creandoizquierda.cl)
Pese al resultado de
la elección que renueva la directiva de la FECH a fines del año 2011, el que
parece responder a diferentes causas y factores, y el propio discurso de los dirigentes más
politizados, (como el presentado en el párrafo anterior), los antecedentes con
que se dispone no permiten aún considerar incorporado con propiedad al
imaginario colectivo del conglomerado, la idea de la necesidad de una
transformación constitucional “a concho”, o sea, fundada en la creación de un
nuevo poder constituyente y orientada a refundar las raíces del sistema
político.
Dicho de otra forma, matar
o morir en el intento.
Ese “matar o morir en
el intento” que dirimieron las huestes de Espartaco cuando les fueron
clausuradas todas al alternativas posibles de abandonar los límites del Imperio
y no les dejaron otra opción que no fuera el atacar Roma (el corazón mismo del
Imperio) y con su hipotético triunfo liberar a todos los esclavos.
No parece ser ésta la
situación que los sectores movilizados enfrentan hacia fines del año 2011.
Una alternativa que
además, al no visualizar en el sistema político organizaciones importantes que
lo compartan, obligaría al propio movimiento estudiantil a abordar el desafío,
traspasando los límites de su rol como “agente social” para asumir el de
“agente político”.
“La proyección del
movimiento tiene que venir de una fuerte conciencia de que tenemos que hacernos
parte de los procesos políticos. Lograr politizar, en el buen sentido de la
palabra, a la gente. Ese es el desafío que nos queda, para que esos cambios se
produzcan y la demanda sea sustentable en el tiempo. Si no, creo que se va a
desilusionar este movimiento y después va a volver uno mucho más violento en
tres, cuatro, cinco años más”.(Giorgio Jackson, presidente FEUC 3 de Octubre de
2011 http://diariolatercera.com)
Como dijimos
anteriormente tampoco parece ser ésta la única alternativa que el movimiento
dispone para despejar los obstáculos y
alcanzar un desenlace definitivo y exitoso respecto a las demandas más
importantes.
10.- DE LA DEMANDA SOCIAL A LA DEMANDA POLÍTICA.
El desenlace exitoso
respecto de las demandas sociales del movimiento, incluido el cambio de modelo
educacional, se juega en el área chica de la política, y pese al manifiesto
temor de “contaminación” sus dirigentes tendrán que entrar allí.
Por ello, aunque
menos explicitada, en el discurso de algunos dirigentes emblemáticos es posible
visualizar en el horizonte político otra alternativa factible de construir a
partir de los encuentros entre los estudiantes movilizados y la oposición
política al actual Gobierno teniendo como escenario privilegiado el Parlamento.
Encuentros que
necesariamente se producirán a causa de los proyectos actualmente en discusión
en el Congreso tales como los proyectos de desmunicipalización ,
Superintendencia de Educación, Ley de Universidades Estatales, Democratización,
Fin al Lucro, entre otros.
Algo más explícito
fue Camilo Ballestero cuando en su calidad de presidente de la Federación de
Estudiantes de la USACH, fue consultado por un periodista del diario “La
Tercera” “Con la Concertación en el Gobierno ¿el Conflicto hubiera estallado
igual?”. Responde, “Se podría haber dado pero no con la misma envergadura
porque la Concertación es parte del movimiento y tiene mayor manejo de
conflicto”. (12 de Noviembre de 2011 http://diariolatercera.com).
El desenlace de esta
alternativa estará determinado por la evolución que muestren tres condiciones:
-El talento mediador
de los líderes con domicilio político en partidos con presencia en ambos lados,
(la oposición política al actual gobierno y las organizaciones movilizadas)
-La recuperación mutua de las confianzas y
-El proyecto político que la oposición sea capaz
de elaborar y levantar asumido el hecho
que ésta se configure en una alternativa real de poder.
Si bien los primeros
encuentros ocurrieron a propósito de la discusión desplegada en torno al
presupuesto en el Parlamento, la temperatura en que estos flirteos tuvieron
lugar fue más bien tibia cargada a fría.
De la sagacidad que tengan los liderazgos para ganarse mutuamente la confianza
dependerá que esta opción evolucione en el corto plazo positivamente.
Una tarea nada de
fácil considerando la opinión expresada públicamente por el flamante presidente
de la FECH que asume en Diciembre de 2011 “….. creo que el movimiento de este
año viene a señalar el fin de una manera de comprender la política. Aquella que
nos decía que ésta era patrimonio exclusivo de políticos profesionales, donde
las decisiones se tomaban en cuatro paredes blindadas, y en la que el ciudadano
común y corriente no debía tener injerencia en la discusión sobre hacia dónde y
cómo avanzamos como país. Esta política, muchas veces falsamente disfrazada de
técnica para aislarse de la comprensión de las mayorías, fue sustentada por una
elite que se creyó autosuficiente, y prescindió de la gente salvo cuando había
que convocarla a elecciones periódicas que daban una fachada democrática al
actual sistema. “La fiesta de la Democracia” le llamaban cada 4 años al rito de
votar donde había muy poco que decidir” (Gabriel Boric www.creandoizquierda.cl)
La última precondición para que el madrinazgo se
produzca dependerá de que la oposición se constituya en una alternativa real de
poder en el corto plazo, con un proyecto de país elaborado a partir de la
matriz configurada por las demandas
políticas, económicas, sociales y culturales transparentadas en el movimiento
y logre recuperar con ello la confianza
perdida de la ciudadanía.
Una alternativa
levantada de preferencia por una nueva gamada generacional de dirigentes, que, para decirlo con palabras
de la propia Marta Harnecker comiencen a darse cuenta que la fórmula es “ser
capaces de crear espacios de encuentro y de lucha para amplios sectores; porque
constatar que somos muchos los que estamos en la misma lucha es lo que nos hace
fuertes, es lo que nos radicaliza” (Marta Harnecker “Cómo cambiar
Latinoamérica” http://altermediamundo.blogia.com
).
Curiosamente esta
tercera precondición se visualiza hoy más fácil de alcanzar que las anteriores.
Las dificultades para materializar su
configuración se funda más que en la ausencia de ideas, en la solución
de un problema práctico: superar odiosos resquemores arrastrados por ambos
lados con fuerte carga ideológica.
En su dimensión
constructiva, o sea el ámbito de la “solucionática”, la propia evolución del conflicto por boca de
los liderazgos políticos más lúcidos han transparentado con meridiana claridad las transformaciones que harán posible la
satisfacción de las demandas levantadas; y para cuya ejecución es posible hoy
conformar la mayoría que posibilite su ejecución en un contexto democrático:
Reformas a la actual
Constitución orientada a eliminar todos los enclaves antidemocráticos aún
vigentes
Renacionalización del
cobre (en su defecto, aumento grosero del los royalties a la minería e
inversión extranjera en general)
Reformas tributaria,
y sociales que incluyan las áreas de la salud, educación y trabajo.
El paquete es por
cierto una tarea para los próximos 10 años, apuntando a la paulatina
incorporación a la sociedad de los excluidos y en especial de los jóvenes, una
parte de los cuales ha caído, de la mano del narcotráfico, a la prostitución,
la delincuencia y el alcoholismo, o sea, al peligroso abismo de la desadaptación
de la que las actuales autoridades carecen de fórmulas para sacarlos.
Las reformas a la
Constitución modelarán el nuevo el escenario político que las transformaciones
requieren, la renacionalización del cobre (en su defecto, un aumento grosero
del royalty) y la reforma tributaria, generarán los recursos requeridos para
hacer las transformaciones que, en el ámbito educativo, laboral y social en general garanticen un salto sustantivo en
la redistribución de la riqueza que el país es capaz de generar con la
consecuente inclusión a la sociedad, la economía y la cultura de los excluidos.
En otras palabras,
recomponer los equilibrios sociales sin caer en el populismo ni alterar
sustantivamente los equilibrios macroeconómicos.
Un proyecto de país
fundado en estas premisas es compatible por cierto con los ejes del ideario
socialista tal como nos lo enseñaron nuestros maestros; justicia social,
democracia, diversidad, solidaridad humanismo y participación.
Un proyecto de país
emplazado en un horizonte de 10 años, que, incluso los maestros del siglo XXI,
no embriagados con pesados brebajes teóricos obsoletos, ni enfermos de
ideología, aprobarían; mientras no hayan “reescrito” “El Manifiesto” con la lógica del hipervínculo, ni el nuevo
paradigma socialista en proceso de elaboración haya sido legitimado con experiencias exitosas.
Es aún demasiado
prematuro para visualizar en el corto plazo una mayoría ciudadana que
levante con propiedad un proyecto de
país enmarcado en estos parámetros
Lo que sí no me cabe
ninguna duda es que los factores enunciados aquí como incorporados en el
imaginario colectivo de los estudiantes movilizados el año 2011 estarán en el
centro del debate político que se generará en torno a las elecciones
parlamentarias y presidenciales del año 2013, cualquiera sea el escenario en
que estas tengan lugar, y los actores que en ellas intervengan (entre los
cuales seguramente estará la muchacha que desfiló en las calles de Valparaíso
con un traje de novia y el cartel que decía “busco novio millonario para que me
pague la deuda”, porque posiblemente todavía permanecerá soltera).
11.- LA HEGEMONÍA CULTURAL DEL NEOLIBERALISMO EN PELIGRO.
Son jóvenes que ya no
querrán votar sólo para dirimir qué personas van a poner en práctica las
políticas insertas en el modelo neoliberal y sugeridas por el Fondo Monetario,
sino que, lo que querrán elegir es por
qué modelo de sociedad quieren transitar.
Talvez los sueños de
los estudiantes movilizados no lleguen prontamente a buen puerto, talvez sus
pilares no se funden en sólidos fundamentos. No es el punto. Lo nuevo que
sucedió el año 2011 es la reinstalación de las utopías en la cabeza de las
nuevas generaciones.
Un puñado de jóvenes
que cursan la enseñanza media en un acto de generosidad que los enaltece rechazó
todas las alternativas ofrecidas por las autoridades de Gobierno para “salvar
el año”, optando por el sacrificio en favor de las generaciones que vienen.
Quizás sea ésta la evidencia más explícita que todo lo que huele a dinero no es
lo que mueve a las nuevas generaciones.
O sea, comienzan a
soñar de nuevo y con ello descubren algo
grande porqué vivir.
Lo han dicho de
diferentes formas, a quienes han querido escucharlos, las movilizaciones del
año 2011 no serán una “pasajera nube de
verano”. Ellas marcan el inicio de una acción contestataria que ha venido para
quedarse acompañando a donde se dirija el sueño neoliberal convertido en
pesadilla.
Treinta años de
crédito abusivo operado desde la banca o las empresas del retail, aumento de la
desigualdad, oscuros negociados de los monopolios entronizados en las
instituciones que controlan poder político y económico, desempleo galopante de
una juventud lanzada al precipicio de la desadaptación, estancamiento de
salarios y alienación social generalizada han desnudando la esencia del
sistema. Es mucho. Por ello la revuelta de los estudiantes fue el polvorín que
dio coraje y lanzó a las calles a una población, que, premunida de
cucharones y cacerolas, y hastiada de
postergaciones, se resiste a ver como la riqueza generada se desplaza por fuera
de la puerta de su casa y comienza a revelarse protagonizando esporádicos “cacerolazos”, que aunque no dieron para
adjetivarlos de formidables fueron un toque de alerta.
La incapacidad que
muestran los líderes mundiales para manejar las crisis cada vez más
recurrentes, ha puesto en evidencia que la magia del modelo neoliberal, si es
que alguna vez la tuvo, ha muerto, el hechizo que alguna vez embrujó a sus
cultores se ha roto. En este contexto las movilizaciones coinciden con sucesos
a nivel mundial que se desenvuelven en una dimensión similar formando parte de
la “otra globalización”, la globalización de las protestas frente a la
frustración, la ira, el desencanto y la indignación.
Hace veintidós años,
cuando las generaciones que después de interminables y trágicas jornadas de
lucha lograron derrotar la dictadura y materializaron finalmente el desenlace
democrático en Chile, el paradigma neoliberal reinaba en gloria y majestad y su
hegemonía se expandía por el mundo entero, nuestro propio país se exhibía como
ejemplo a seguir. En la otra barricada, el paradigma socialista había caído con
el muro de Berlín y se había hecho trizas con el derrumbe de la Unión
Soviética. Para decirlo con palabras de un
porteño ilustre “las catedrales habían caído” y de sus ruinas había poco
que rescatar. (Luis Guastavino, “Caen la Catedrales” Santiago de Chile,
Hachette 1990).
Los líderes de la
refundación democrática, hacia fines de los años 80 tenían poco de donde “echar
mano”. Sólo unas cuantas organizaciones sociales y políticas (el Partido
Comunista entre ellas) levantaron la voz condenando a concho el neoliberalismo
pero fueron aislados y excluidos del sistema político.
Aunque la situación de hoy en materia de
alternativas al paradigma neoliberal no es muy diferente, lo nuevo es que ahora
es el propio paradigma neoliberal que comienza, si no a caerse a pedazos, a
evidenciar sus insuficiencias estructurales, generando una resistencia global y una marea de indignación
que se desplazada a través del planeta.
Está por cierto el
terreno más abonado, el escenario y los actores requeridos para pensar de
verdad que, la construcción de ese “otro Chile” es hoy más posible que ayer.
Buscando el sentido
más profundo de lo ocurrido en Chile el año 2011 encuentro una juventud
decidida a construir un país fundado en
valores e ideales nuevos. Un Chile del cual los propios jóvenes, y otros
no tanto, ubicados en la barricada contraria al capitalismo neoliberal, no
tienen una imagen muy precisa y que, más allá de las ideologías buscan una renovación del pensamiento
progresista abriéndose a nuevas realidades e interpretaciones.